Huixtla, Chis. La caravana de unos dos mil migrantes que partió ayer de Tapachula, Chiapas, decidió descansar este lunes en el municipio de Huixtla a donde llegaron a noche para reanudar su caminata el martes debido a que muchos niños y mujeres están muy cansados.
Los extranjeros de la autodenominada caravana “divino niño” pidieron a las autoridades federales y estatales que les brinden acompañamiento para poder avanzar seguros hacia el centro y norte de México.
“Señora Presidenta (Claudia Sheinbaum) yo sé que usted es mujer y es mamá, le pido de todo corazón ordene a sus autoridades que nos ayuden”, pidió el ecuatoriano Carlos Cisneros.
El hombre de oficio chofer y 47 años de edad contó que huyó de su país por la inseguridad provocada por el crimen organizado que cobra con vida a quien se niegue al pago de las cuotas que les imponen por cobro de piso.
“La extorsión está muy terrible en nuestro país, cada vez se está yendo a la quiebra nuestro querido Ecuador” externó.
Elizabeth Pino, también de Ecuador, descansaba en el Domo de usos múltiples de Huixtla con los pies vendados debido a las úlceras que le provocó la caminata de 40 kilómetros del domingo.
“Muy cansado, muy duro, es una travesía muy larga para llegar a nuestros destinos. (Los pies) como que se me abrió, me duele y tengo ampollas” explicó la sudamericana que viaja con su esposo.
Esta es la tercera caravana y más numerosa que sale de la frontera sur en menos de 20 días. La primera partió el 5 y la segunda el 13 de octubre, con 800 y 600 migrantes, respectivamente.
De acuerdo al testimonio de los propios migrantes, buscan salir del sur de México porque no hay fuentes de trabajo y no tienen recursos para esperar los meses que implican los trámites de regularización.
Otros apurados por llegar a la frontera norte antes de la elección presidencial en Estados Unidos porque presumen que pueda terminar el beneficio de pedir asilo por la aplicación de CBP One e incluso el cierre de la frontera con México.