A principios de los años 60 no eran frecuentes las noticias acerca de la lejana China, país de revolucionarios heroicos y comunistas. La información era escasa y poco objetiva, ya que prevalecía el estigma sobre su líder Mao Zedong (Tse-Tung), fundador de la República Popular China, a quien la derecha internacional lo catalogó como dictador con la clara intención de minimizar sus logros y su capacidad como estadista.
Causaba asombro la lucha del pueblo chino por salir de las condiciones adversas que le ocasionaron las guerras continuas a lo largo de varias décadas. Las secuelas que enfrentó el pueblo fueron muchas: enfermedades por desnutrición, escases de alimentos, de medicamentos y una larga lista de desastres de todo tipo, típicos de la posguerra. Causaba asombro aquella multitud transportándose masivamente en bicicleta y, prácticamente, con un solo tipo de vestimenta. La industria, en general, era incipiente en aquella década.
Desde las pantallas de televisión, todavía en blanco y negro, se transmitían eventualmente documentales acerca de la República Popular China. Prácticamente era un país ausente de la comunidad internacional. Asistía a pocos eventos, por ejemplo, no participaba en los Juegos Olímpicos ni en ferias mundiales industriales o culturales.
Aunque las medidas de austeridad republicana y de restricciones sociales parecían extremas, con el tiempo demostraron resultados positivos. El crecimiento y desarrollo industrial y económico, de hecho, fueron espectaculares. Las políticas públicas tomadas por sus dirigentes posteriores a Mao, fueron criticadas como siempre, pero efectivas.
En cada congreso del Partido Comunista se plantearon los programas de desarrollo, los cuales han sido llevados a cabo con disciplina y compromiso. Es por esta razón que cinco décadas después, un tiempo relativamente corto, China es uno de los países con mayor desarrollo y auge en casi todos los aspectos.
Por ejemplo, pasó de ser un país de transporte escaso a uno de los fabricantes de los mejores trenes de velocidad del mundo. El transporte urbano durante décadas fue deficiente y en la actualidad cuentan con la mejor red de sistema metropolitano (metro) que hay en el mundo, con mínima producción de decibeles y máxima seguridad para la población usuaria, además de una amplia red de estaciones.
Por otro lado, la era del automóvil eléctrico está en plenitud y es accesible para cualquier persona que lo pueda adquirir. Sin duda, este desarrollo ha sido posible gracias a que la industria eléctrica de este país recibió la inversión propuesta para desarrollar las fuentes de energía necesarias, incluida la nuclear y sin excluir ninguna otra posibilidad.
El resultado de lo anterior ha sido el rápido desarrollo económico, gracias al apoyo que ha recibido la industria del transporte público y el incremento de la movilidad individual.
Otros aspectos que deben tomarse en cuenta son los relacionados al veloz desarrollo de las áreas urbanas. Como en todas las ciudades del mundo, un alto porcentaje de la población rural emigró hacia las ciudades en busca de las condiciones para mejorar la calidad de vida. La migración fue masiva.
Desde siempre, los asentamientos urbanos han sido los lugares donde se encuentran las mayores oportunidades de trabajo y mejores condiciones para la subsistencia, cuando no se cuenta con el apoyo financiero ni de infraestructura para la actividad agropecuaria, de pesca o ganadera. Así, la población se desplaza y los campos quedan en abandono, con la secuela de problemas que ya se conocen.
En China el estudio de las consecuencias del abandono del campo ha sido más profundo de lo que conocemos. La ampliación de las inversiones es una de las medidas para revertir la situación de abandono y deterioro. Pero, sobre todo, están creando las condiciones para que la población joven se interese y tome la agricultura y otras relacionadas, como una profesión segura.
Éste es, sin duda, uno de los mejores objetivos, y no sólo para China sino para cualquier país que quiera salir de la pobreza y marginación.
En 2020, el gobierno de Xi Jinping, declara la erradicación de la pobreza extrema, sin embargo, reconocen que todavía en zonas rurales remotas las necesidades no han sido satisfechas, por lo que se les ha catalogado como población rural vulnerable. Y, para avanzar en la solución del problema, han puesto énfasis en la protección ambiental, precisamente, para integrar a las personas de zonas rurales de difícil acceso y las que tienen posibilidad de un desarrollo turístico sustentable. Además de cumplir con los compromisos ambientalistas mundiales.
Es a partir de 1974 cuando el Consejo de Estado formaliza la creación del Grupo Principal de Proteción del Medio, como el motor más importante para mejorar las zonas más afectadas. Posteriormente, en 1979, se promulgó la Ley de Protección del Medio y otros documentos que agilizarían su aplicación.
En México, la migración del campo a la ciudad ha sido un problema con graves consecuencias, tanto económicas, como sociales y políticas. Sin embargo, para revertir la situación se han dado los pasos para una solución permanente, nos referimos al programa Sembrando Vida, donde se ha invertido significativamente y la población que lo está llevando a cabo, al mismo tiempo, está sentando los precedentes para un regreso al campo y una nueva etapa de interés para las nuevas generaciones por la producción agropecuaria y el cuidado ambiental.
(Colaboró Ruxi Mendieta)
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