Querétaro, Qro. Silvia Amaya Llano, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), manifestó su repudio a la detención y cateo por parte de elementos de la Policía Estatal (POES) a tres estudiantes de esa casa de estudios, perpetrado el pasado 10 de octubre, luego de haber manifestado su apoyo de manera pacífica a Palestina durante el evento "Más allá de la Agenda 2030" realizado en la capital queretana por la ONU-Hábitat.
Fernando Guzmán, Jairo Nieves y Alin Ramírez, son los nombres de los tres estudiantes que de forma injustificada fueron detenidos, y cateados por elementos de la POES.
La rectora de la UAQ exhortó a las autoridades encargadas de la seguridad pública a revisar y reformar sus propios protocolos de actuación con el fin de evitar lo que consideró que son abusos y violación a los derechos humanos.
Puntualizó que la universidad ha reafirmado su respaldo total y acompañamiento a los estudiantes afectados tras advertir que "permaneceremos atentos a las acciones que emprendan las autoridades correspondientes para esclarecer este hecho y evitar que se repita en el futuro".
La titular de la universidad subrayó que "es fundamental que las instancias de seguridad actúen con apego a los principios de justicia, legalidad y respeto a los derechos humanos".
"Este suceso -agregó- obliga a las autoridades a revisar y modificar sus protocolos de actuación para garantizar un trato justo y digno a todos los ciudadanos".
Finalmente, Amaya Llano reiteró el compromiso de la UAQ, con la defensa de los derechos de su comunidad universitaria y con la creación de un entorno seguro y respetuoso para todas y para todos.
De acuerdo con los jóvenes afectados, luego de haberse manifestado fueron obligados a salir del Centro Cultural Manuel Gómez Morín, donde se realizaba el evento, por empleados de los organizadores.
Ya afuera del inmueble, los muchachos subieron a un vehículo perteneciente a la madre de uno de ellos con el fin de trasladarse a la universidad.
Metros más adelante, fueron conminados a detenerse por elementos de la POES, bajo el pretexto de que el vehículo traía los vidrios polarizados y que el conductor no usaba el cinturón de seguridad.
Los obligaban a salir del auto y los catearon, tras obligarlos a colocar las manos en la carrocería del vehículo cuyo interior también fue revisado. Tras varios minutos de intimidación, al final fueron liberados.
Ante esta situación, solicitaron la intervención de la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ). El titular de ese organismo Javier Rascado dijo que ya se tuvo acercamiento con los afectados y solo falta que acudan a formalizar su queja.