Al mismo tiempo, dan cuenta de los rezagos existentes entre niñas, niños y adolescentes de grupos vulnerables: 82.3 por ciento de quienes hablan una lengua indígena viven en condiciones de pobreza (50.2 por ciento en pobreza extrema), situación que afecta a 54.6 por ciento de quienes habitan hogares con presencia de personas con alguna discapacidad. Los índices también son más elevados en las entidades federativas del sureste, así como en las localidades rurales del país.
Pese a los pendientes que nadie pretende negar, las cifras referidas dan cuenta de avances irrebatibles en el combate a las carencias y la realización de la justicia social que han sido banderas centrales del gobierno federal desde el sexenio pasado. En este caso, no se puede argumentar desconfianza hacia los datos oficiales para poner en cuestión la mejora, pues el informe fue elaborado por un organismo autónomo y por una agencia internacional. Quienes porfían en negar cualquier mérito al proyecto de nación vigente sin otra base que sus fobias ideológicas deben reconocer estos logros y abandonar su irracional negación de la realidad, ya que la crítica sin fundamentos sólo genera tensiones e induce una polarización sin sentido.
Los programas de gobierno presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum y por correligionarios suyos como Clara Brugada permiten anticipar que la tendencia positiva continuará y, de hecho, experimentará una importante aceleración. Desde que se encontraba en campaña, la mandataria nacional hizo énfasis en el combate a la pobreza con un plan para poner a 7 millones y medio de mexicanos fuera de la forma extrema de este mal (aquella en la que los ingresos no alcanzan siquiera para cubrir las necesidades alimentarias) a través de medidas que incluyen el fortalecimiento de los programas para el bienestar, la creación de un sistema nacional de cuidados, así como un programa especial para la seguridad social y laboral de los jornaleros en agricultura y pesca y de los trabajadores de plataformas o aplicaciones digitales.
Ayer mismo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer su Carta de Principios contra la Pobreza, con 15 acciones puntuales para reducir todas las formas de pobreza y eliminar la forma extrema que aqueja a 230 mil familias de la capital del país. Cabe destacar que estos planes prestan especial atención a los sectores rezagados que se mencionan arriba, los cuales ya se vieron favorecidos el sexenio pasado con apoyos específicos, desde ayudas económicas directas hasta programas de largo aliento como Sembrando Vida y la gigantesca red de infraestructura que ya hizo que por primera vez en al menos 70 años la región sureste fuera la de mayor crecimiento económico.
Cabe desear que todos estos proyectos continúen para bien de las decenas de millones de mexicanos que fueron excluidas de las bondades del desarrollo por el neoliberalismo, un modelo cuyo fundamento es la extracción y concentración de la riqueza en pocas manos.