Tapachula, Chis., Una caravana de unos 500 migrantes llegó al municipio de Arriaga, Chiapas, luego de 12 días de recorrer 250 kilómetros desde su salida de Tapachula, en busca de avanzar al norte del país.
Los extranjeros viajan exhaustos por las largas jornadas de caminata por lo que descansarán dos días antes de reanudar el viernes su andar hacia el vecino estado de Oaxaca, informó el venezolano José Avín.
Añadió que un grupo de unos 200 migrantes que se encontraban en Tuxtla Gutiérrez y bajaron a la costa para sumarse al contingente decidió adelantarse debido al retraso de la Caravana, y ahora el punto de encuentro será la ciudad oaxaqueña de San Pedro Tapanatepec.
El sudamericano dijo que aunque han sido custodiados por las policías locales y la Guardia Nacional durante su paso por la carretera costera de Chiapas, hasta ahora no han tenido algún ofrecimiento del Instituto Nacional de Migración para evitar que sigan caminando y darles un documento con el cual puedan seguir en transporte hacia la Ciudad de México.
Por otro lado, un segundo grupo de unos 400 extranjeros que salió el pasado domingo también de la frontera sur, avanzaba este miércoles hacia el municipio de Escuintla.
Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana A.C., estimó que unos 40 mil migrantes están varados en la frontera con Guatemala porque no se resuelven sus trámites migratorios ante el Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, y tampoco han tenido suerte en obtener la cita de asilo ante el gobierno de los Estados Unidos a través de la aplicación de CBP One.
Lo anterior ha provocado que miles estén atorados buscando la manera de salir organizando nuevamente caravanas, por lo que el activista urgió a las autoridades atención inmediata a la crisis migratoria.
“La gente va seguir caminando porque no hay trabajo, no hay seguridad, los migrantes no tienen seguridad de absolutamente nada”, expresó el activista.
García Villagrán pidió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que pida medidas cautelares para todos los niños migrantes que padecen en la ruta migratoria, y a la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum a que haga una limpieza en el INM donde se han señalado abusos y actos de corrupción.
“Las citas del CBP One es un paliativo porque los migrantes se detienen en Tapachula, creen que realmente se les va atender cuando en realidad no les están entregando la cita como debe de ser. Además, la continuidad de la política migratoria en México es nociva para los migrantes, los extorsionan, les roban, los regresan, los deportan. Y a parte no hay una aplicación del artículo 52 de la Ley de Migración que habla de las víctimas y de las personas altamente vulnerables”, apuntó el defensor.