Las poco más de 7 mil empresas españolas que operan en México tienen un “compromiso real y claro” con nuestro país en el mediano y largo plazo para promover el desarrollo, la competitividad y la sostenibilidad, afirmó María Peña Mateos, consejera económica y comercial de la oficina económica y comercial de la embajada de España en México.
Durante el IV Foro Hispamex, realizado en el Centro Cultural de España en México, Peña Mateos explicó que las empresas españolas operan en la mayoría de los sectores económicos de nuestro país, pues se tienen grandes y pequeños consorcios, empresas de tecnología financiera, de energía, entre otras, de ahí su compromiso de tener un impacto positivo en las áreas en las que operan.
“Las 7 mil empresas españolas que están en este país, grandes, micro, startups, energéticas, prácticamente en todos los sectores tienen la apuesta a México. La apuesta está consolidada o puede ser el primer país donde se ubica (la empresa fuera de España), pero hay un volumen enorme de empresas que tienen un compromiso real y claro con este país en el medio y largo plazo”, dijo.
Precisó que México es el primer socio comercial para España en América Latina mientras que el país europeo es el segundo inversor más grande después de Estados Unidos. La fuerte relación comercial se hace más evidente cuando se considera que México es el tercer inversor en España fuera de la Unión Europea.
“Nuestro objetivo es la internacionalización de España en México y de México en España y cómo por medio de ese nexo se puede reforzar la competitividad… Sabemos y estamos convencidos y trabajamos en ello, pues la internacionalización es una parte de la solución a los grandes retos que nos enfrentamos”, mencionó.
Peña Mateos consideró que la internacionalización, o el hecho de que las empresas de una región operen en todo el mundo, genera que las economías sean más abiertas, actúan más entre ellas y están más interrelacionadas “lo que genera una transferencia de conocimiento con un motor que es la innovación y eso permite mejorar el impacto que tenemos en las sociedades donde estamos”.
Los nuevos criterios sostenibles y ambientales que se tienen a nivel mundial para el año 2030, expuso, “cambian el paradigma que estábamos acostumbrados y sitúa a la empresa el centro de desarrollo, como un actor más donde la integración de la sostenibilidad tiene un factor positivo en la competitividad”.
“Ya llevamos tiempo integrando la sostenibilidad y el impacto de las empresas porque no lo desvinculamos en el objetivo de ser más competitivos, la sostenibilidad como centro de la empresa refuerza la demanda, el vínculo con los clientes que serán fieles, y también la competitividad desde la oferta, el vínculo a empleados, proveedores y reguladores y así la empresa es más competitiva”, agregó la diplomática.
Añadió que las empresas deben de fijarse también en agregar criterios sostenibles a sus productos o servicios para que los clientes sean más fieles y puedan volverse más competitivas y tengan un mayor impacto en cualquier país en el que operan, pues eso es lo que hoy en día demandan los consumidores.
“Y se debe incluir a la tecnología y eso nos debe servir para incluir a más personas de la base de la pirámide al mercado, tener un mejor impacto en el ambiente y poder responder con resultados a la demanda”, recalcó Peña Mateos.