Pekín. Los productos Intel vendidos en China deberían someterse a una revisión de seguridad, dijo el miércoles la Asociación de Ciberseguridad de China (CSAC), al sostener que el fabricante de chips estadunidense ha “perjudicado constantemente” la seguridad y los intereses nacionales del país.
Aunque la CSAC es un grupo industrial y no un organismo gubernamental, mantiene estrechos lazos con el Estado chino y la serie de acusaciones contra Intel, expuestas en una larga publicación en su cuenta oficial de WeChat, podría desencadenar una revisión de seguridad por parte del poderoso regulador Administración del Ciberespacio de China (CAC).
Intel y la CAC no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. Las acciones de la empresa iniciaron con una baja de 2.7 por ciento, en las operaciones previas a la apertura de la sesión estadunidense. Al final de la sesión, aminoraron las pérdidas, al quedar con un retroceso de 1.54 por ciento a 22.31 dólares por acción, en medio de una amplia ola de ventas en el sector tecnológico tras una decepcionante actualización del fabricante de equipos de chips ASML.
“Se recomienda que se inicie una revisión de la seguridad de la red de los productos que Intel vende en China, con el fin de salvaguardar eficazmente la seguridad nacional de China y los derechos e intereses legítimos de los consumidores chinos”, dijo la CSAC.
El año pasado, la CSAC prohibió a los operadores nacionales de infraestructuras clave la compra de productos fabricados por el fabricante estadunidense de chips de memoria Micron Technology Inc tras considerar que los productos de la empresa no habían superado su revisión de seguridad de la red.
Una revisión similar de la seguridad de los productos de Intel podría afectar negativamente a los ingresos de la empresa, más de una cuarta parte de los cuales procedieron de China el año pasado.
Acusaciones de puertas traseras
Las acusaciones se producen en un momento en el que China está haciendo frente a un esfuerzo liderado por Estados Unidos para restringir su acceso a equipos y componentes cruciales para la fabricación de chips, en lo que Washington denomina un intento de detener la modernización del Ejército chino.
“Las relaciones entre Estados Unidos y China son frágiles, y cuanto más se hable de restricciones comerciales y aranceles, más probable será que la otra parte tome represalias”, afirmó Dan Coatsworth, analista de inversiones de AJ Bell.
CSAC acusa en su publicación a los chips de Intel, incluidos los procesadores Xeon utilizados para tareas de inteligencia artificial, de ser portadores de varias vulnerabilidades, concluyendo que Intel “tiene defectos importantes en lo que se refiere a la calidad del producto, la gestión de la seguridad, lo que indica que su actitud hacia los clientes es extremadamente irresponsable”.
El grupo del sector continúa afirmando que los sistemas operativos integrados en todos los procesadores Intel son vulnerables a puertas traseras creadas por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA).
“Esto supone una gran amenaza para la seguridad de las infraestructuras críticas de información de países de todo el mundo, incluida China (...) el uso de productos Intel supone un grave riesgo para la seguridad nacional”, afirmó el CSAC.
Una prohibición, aunque sea temporal, de los productos de Intel podría estrechar aún más el suministro de chips de IA en el mercado chino, que ha luchado por encontrar alternativas viables a los productos de vanguardia de Nvidia, que dominan a nivel mundial pero cuya exportación a China está ahora prohibida.
Intel consiguió este año pedidos de sus procesadores Xeon de varias agencias chinas vinculadas al Estado para su uso en trabajos de IA, según un estudio de Reuters sobre licitaciones públicas. (Con información de la redacción)