Tulancingo, Hgo., Helen Adriana Urbina Bautista, de 27 años de edad y originaria de Honduras, inició una huelga de hambre en el Jardín de la Floresta, en el centro histórico de la ciudad de Tulancingo, en demanda que le restituyan a su hija, la cual fue tomada en custodia por el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal.

En entrevista en la tienda de campaña que colocó a los pies de la estatua de Benito Juárez que se encuentra en el jardín, la mujer aseguró que se trata de una maniobra de su ex pareja, identificado como Joselo Prado, cantautor y abogado, quien inició un proceso para quitarle a la menor. Con documentos en la mano, ella aseguró que Joselo es padrastro de su hija, pero que con ayuda de funcionarios del DIF municipal de Tulancingo se la quieren quitar.

El miércoles 9 de octubre, la joven instaló una tienda de campaña a los pies de la efigie de la estatua del presidente Benito Juárez. Colocó también un par de lonas en el que pide apoyo a la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo y al gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar.

Por insistencia de algunas vecinas que se han solidarizado con la muchacha, durante la huelga ha ingerido un poco de agua. La mujer, en entrevista, dejó en claro que no es indocumentada, ya que ingresó al país con pasaporte.

Relató que el sistema DIF municipal de Tulancingo le quitó a su hija por presuntas maniobras que hizo su marido identificado como Joselo Prado, cantautor y abogado, también originario de Honduras, pero quien tiene su residencia en Atizapán, Estado de México.

Con llanto en los ojos, dijo que salió huyendo de Honduras, pues aseguró que fue víctima de una golpiza que le infringió su cónyuge.

Incluso tiene las fotos en su celular de las lesiones que le produjo presuntamente el individuo.

Explicó que ella vivía con Joselo en Atizapán, pero se fueron de vacaciones a Honduras, donde la agredió el 14 de agosto, tras lo cual se llevó a sus otros dos niños, de 4 y 7 años de edad. Junto con su hija de 12 años, regresó el 18 de agosto a México y se quedó por algunos días en la casa de Atizapán.

Puntualizó que ella era mamá soltera cuando se casó con Joselo Prado, quien le dio su apellido a la niña. Una noche, supuestos empleados del Sistema DIF de Tulancingo acudieron a donde se hospedaba, y le pidieron que las acompañara con su hija hasta las instalaciones de la dependencia.

Allí, le informaron a Helen que habían recibido una llamada telefónica en que la acusaban de maltratar a su hija, por lo que tenían que entrevistar a la menor. A partir de ese momento la retuvieron y ya no se la regresaron ni la dejaron que la viera. Por eso, el pasado miércoles decidió iniciar una huelga de hambre.

El jueves, la presidenta municipal de Tulancingo, Lorena García, declaró, sin mostrar pruebas, que supuestamente "se pretendía vender a la niña con un extranjero que andaba con la señora".

Helen, rechazó ese señalamiento y exigió a la alcaldesa mostrar pruebas de su dicho.

El vienes por la tarde, el área de prensa de Tulancingo informó que "la menor canalizada por Sistema DIF Tulancingo a la Subprocuraduría de la Defensa del Menor, ya se encuentra en su país de origen", donde fue entregada a su padre.

"Se comunica que fueron cumplidos protocolos de asistencia y lineamientos, además de que en todo momento fue respetado el tratado internacional del interés superior del menor y la ley de migración".

Al respecto, Helen aseguró que no ha sido notificada por el sistema DIF de Tulancingo de que su hija fue enviada a Honduras. Advirtió que mantendría la huelga de hambre hasta que sea notificada oficialmente y se regrese a su hija.

Además de solicitar la intervención de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, también la de Xiomara Castro, presidenta de la República de Honduras, ante lo que calificó como una injusticia.

Finalmente, madres de familia y vecinos de Tulancingo, a través de pancartas manifestaron su apoyo a la joven hondureña y pidieron intervención de las autoridades estatales y federales para que se regrese a su hija.