Acapulco, Gro. En Los Cimientos lo perdimos todo
, dijo el motociclista Víctor Mendoza Jiménez, en el acceso a esta comunidad, ubicada en la parte baja del río de Coyuca de Benítez, a unos mil metros de la cabecera municipal, del mismo nombre.
Por el desbordamiento del cauce el nivel del agua creció de forma intempestiva con las lluvias ocasionadas por el huracán John, del 23 al 27 de septiembre, el cual provocó inundaciones que afectaron a unas 200 familias.
Mendoza Ruiz expuso: “Mire, los huracanes Ingrid, Manuel y Otis nos afectaron, pero ahora John nos golpeó más fuerte, la verdad perdimos todo, cosas materiales, pero todo es todo”.
En octubre de 2023, Otis devastó equipamiento urbano en Coyuca de Benítez, al igual que Acapulco. Ambos municipios siguen en reparación por el meteoro del año pasado.
El río arrasó no sólo varias hectáreas de palmeras de coco, también partió la carretera e inundó Los Cimientos, tras arrasar techos de casas y automóviles.
Fuimos por los refrigeradores de las huertas
, relató Cielo, habitante del lugar, mientras escurre su ropa y sigue sacando lodo de su vivienda semidestruida.
“Esperamos poder arreglar los refris, a ver si sirven los motores, si no, pues, ¿cómo los vamos a reponer?”, comentó la mujer, que atestiguó cómo el agua provocó un socavón y destruyó tres casas vecinas; además arrastró tres camionetas del Bienestar estacionadas en el poblado.
“Si no nos vamos, nos morimos aquí, tuvimos que dejar nuestras casas tres días, parecía pueblo fantasma, estábamos en medio de la tormenta cuando de pronto el agua subió y nos empezaron a gritar: ‘¡todos para la escuela, todos para allá, sálganse ya con lo que tengan’”, recordó por su parte, Jesús Javier Salinas.
Relató que la corriente dejó afuera de su casa un árbol de parota que cortó todos los cables de electricidad, por lo que ahora no tiene ni para vivir aquí hasta que se repare todo esto
, lamentó.
En las calles, hay múltiples tendederos de ropa recién lavada, montañas de muebles húmedos con lodo, electrodomésticos, colchones, lodo y fango.
En la pequeña localidad siguen las labores de limpieza y desazolve, tras permanecer 13 días sin energía eléctrica.
En tanto, la organización World Central Kitchen reparte alimentos en la escuela primaria Miguel Hidalgo de Los Cimientos.
Un doble paso provisional permite la circulación de vehículos en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, a la altura de la comunidad de Los Cimientos, en Coyuca de Benítez, región de la Costa Grande.
Las torrenciales lluvias ocasionaron el desbordamiento del río Coyuca, cuyos afluentes hicieron un doble corte carretero que afectó unos mil metros de longitud del camino de asfalto, justo después del puente Coyuca 2.
A un costado de la carretera destrozada fue improvisado un camino de tierra, por el cual sólo se puede circular en un sentido desde hace cinco días, comentaron vecinos.
Para continuar por la vía federal, se debe tener paciencia y formarse en una fila de automóviles hasta por 20 minutos, antes de recibir el paso y después atravesar por un camino alterno de terracería de unos mil 500 metros.
Un par de guardias, por ambos lados, advierte a los conductores de tractocamiones los riesgos de conducir por ese paso, por lo estrecho y la acentuada curva para un vehículo pesado.
La Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria de Guerrero dijo que fue rehabilitado el Viaducto Diamante (Metlapil), vía que comunica a Acapulco con la región de Costa Chica y la zona Diamante.