Guadalajara, Jal. El Parián de Tlaquepaque, que el pasado mes de septiembre sufrió el colapso estructural de una de sus áreas, continúa cerrado y este miércoles propietarios de las diversas cantinas y restaurantes se reunieron con la presidenta municipal Laura Imelda Pérez Segura, peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Colegio de Ingenieros para acordar un trabajo conjunto que permita resolver el problema que afecta a turistas, mariachis y trabajadores.

El emblemático inmueble, ubicado en el centro de Tlaquepaque que data del siglo 19 y se construyó en la antigua plaza principal del municipio, fue un mercado porfiriano que se convirtió con el paso de los años en una icónica cantina de equipales donde en una veintena de restaurantes y bares se daba servicio a turistas y parroquianos atraídos por los jarritos de tequila, la comida y los mariachis.

La tarde del 3 de septiembre pasado, hubo dos derrumbes en el edificio por falta de mantenimiento según concluyeron las autoridades y, aunque no hubo heridos, se realizó una evacuación completa de visitantes y trabajadores para dar paso a una evaluación integral que ha derivado en daños estructurales en columnas, muros y azoteas, lo que obligará a una renovación casi total del Parián, que abarca una manzana.

En la reunión con la alcaldesa Pérez Segura este miércoles, se decidió instalar una mesa permanente que ofrezca un seguimiento al problema, a sus soluciones y remodelación, en la que se ha insistido que corresponde al ayuntamiento y a los propietarios la carga económica para reabrir el lugar.

La primera edil dijo que el primer paso es contar con un estudio integral a fin de tomar las decisiones de la manera más responsable, ya que la Secretaría de Obras Públicas del ayuntamiento advirtió que es necesario un estudio forense de sedimentos que incluyan los tres tipos de drenaje: sanitario, pluvial y potable.

El presidente de la Unión de Propietarios del Parián, Manuel Talamantes, señaló que son 600 familias afectadas por el cierre del inmueble que tiene 140 años de antigüedad, y externó su total disposición a trabajar de la mano con la nueva administración municipal de origen morenista.