La Conferencia del Episcopado Mexicano advirtió que los hechos de violencia en Guerrero revelan “una situación alarmante” en el país, por lo que hizo un llamado urgente a las autoridades para que retomen la Agenda Nacional de Paz y se pongan en marcha acciones de pacificación en las regiones afectadas.
Dijo que se debe garantizar la seguridad y el bienestar de la población, así como esclarecer los crímenes cometidos en contra del secretario de gobierno, Ulises Hernández y el alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos.
En un comunicado, la jerarquía de la Iglesia católica invitó a la sociedad a “unirse en un esfuerzo conjunto por la paz, el respeto a la vida y la construcción de una sociedad más justa y fraterna”.