En la primera parte de este ensayo abordamos los temas del presupuesto insuficiente y del tremendo deterioro provocado por la llegada de funcionarios sin preparación ni trayectoria. El anuncio de la nueva titular de la Semarnat del equipo nombrado para esta segunda etapa hace recuperar la confianza. Se trata de un conjunto de profesionales bien conocidos, con trayectorias en el último gobierno de la Ciudad de México o en otras instituciones, combinado con la ratificación de funcionarios que han demostrado su eficacia y calidad. Exploramos ahora el papel de la Semarnat como vigilante y reguladora de los procesos ambientales (incluyendo las ejecutadas por el propio gobierno) y el de sus relaciones con las organizaciones del ambientalismo mexicano.
3. La Semarnat como vigilante y reguladora. Se supone que la secretaría es la entidad con capacidad para vigilar y regular procesos cruciales, como el cuidado y mantenimiento de los ecosistemas terrestres, costeros y marinos; evitar la contaminación de aire, suelos y cuerpos de agua; conservar la biodiversidad en todas sus escalas; mantener la salud de los suelos; regular el desarrollo urbano e industrial, etcétera. Concretar estas funciones en un país de 200 millones de hectáreas, alta heterogeneidad ambiental y gran diversidad biológica resulta una tarea muy compleja, pero no imposible. Considero que la Semarnat para recuperar estas funciones debe crear un “sistema de inteligencia ambiental” cubriendo las dimensiones administrativa, tecnológica y jurídica, operable por la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa). Un primer paso obligado es la sintonización de las bases de datos y sistemas de información geográfica que han desarrollado de manera independiente la Conanp, Conafor, Conabio, IMTA y el INECC, pero también las experiencias exitosas realizadas por fuera.
Hoy el proyecto más exitoso de vigilancia lo desarrolla el gobierno de Michoacán en colaboración con la fiscalía estatal, mediante una afortunada combinación de política y tecnología satelital de punta. Se trata de El Guardian Forestal, que identifica las áreas afectadas por la deforestación y el cambio de uso de suelo mediante tecnologías avanzadas de geoprocesamiento y análisis de datos espaciales (https://acortar.link/SOC3ll). El sistema utiliza los datos más recientes de la NASA y combina imágenes satelitales de alta resolución con algoritmos de detección automatizada, que permiten monitorear extensas áreas en tiempo real. Esta metodología proporciona evidencias para ser usadas en procesos judiciales y administrativos. El sistema observa y monitorea los 6 millones de hectáreas del territorio michoacano, y se inició como un instrumento para detectar la expansión ilegal de los predios de aguacate, que sin tener los permisos de cambio de uso del suelo echaron abajo coberturas forestales. El sistema también detecta ollas ilegales de captación de agua de lluvia, incendios forestales y afectaciones a áreas naturales protegidas. A la fecha existen 326 denuncias de delitos ambientales a cargo de la fiscalía y la Profepa.
4. La Semarnat y el ambientalismo mexicano. En general, el ambientalismo del país quedó incomprendido, menospreciado o ignorado durante la primera fase de la 4T, no obstante que siempre apoyó con su voto el cambio. Las batallas rurales y urbanas que han ejecutado los ambientalistas han tenido un altísimo costo: 168 asesinados entre 2014 y 2023 con 102 en el gobierno anterior, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda). Igualmente resultan inexplicables las alianzas con el PVEM, monumento a la corrupción y el cinismo engendrado por C. Salinas de Gortari y Manuel Camacho en 1986. Esperamos que todo esto será revertido con el gobierno que se inicia.
No obstante, el ambientalismo ha seguido creciendo y mutiplicándose en numerosas batallas por la defensa de los territorios, contra la contaminación y el deterioro de bosques, ríos, lagos, lagunas, y contra megaproyectos. Su mayor cualidad es su entrega legítima por la defensa de la vida y su mayor defecto su fragmentación y su falta de representación a escala nacional. Estimamos en varios miles el número de “organismos” que califican como ambientalistas y en varios millones los que reaccionan ante las injusticias ambientales. Por ejemplo la página de Greenpeace México en el Facebook es seguida por 1.1 millones, y los mensajes de El Guardian Forestal en Tik Tok oscilaron entre 0.5 y 6.8 millones (https://acortar.link/61cBxw). Otra cualidad es que incluye a innumerables científicos y al mismo tiempo a numerosos ejidos y comunidades indígenas.
En suma, la Semarnat está obligada a consultar, dialogar y consensuar sus acciones y decisiones con el ambientalismo, y a empoderarlo mediante cogobiernos, como el de las áreas protegidas de muchas regiones.