Naucalpan, Méx. Familias afectadas por el inminente derrumbe de un edificio de departamentos en la colonia Alfredo Bonfil, piden el apoyo del gobierno del estado de México para que ingenieros expertos evalúen el inmueble y, del Ministerio Público, para iniciar las denuncias penales por el daño que viven, a una semana del desalojo de sus viviendas, pues desde el 2 de octubre varios de ellos duermen en la calle.

“Soy Luis Fernando Quiroz, soy una de las personas que vivía en el inmueble. Lo único que pido, que ruego, es que la autoridad federal o del gobierno estatal, ya intervenga, porque yo creo que la alcaldía de Naucalpan, ya está rebasada”, planteó el afectado al señalar que el problema del inmueble involucra a familias que habitan casas aledañas al inmueble ruinoso.

Entrevistado a unos metros del lugar que fue su departamento, donde dejó muebles, enseres y documentos personales, Luis Fernando expone, “quiero pedirle a la gobernadora, la maestra Delfina o, quizás sea mucho pedirle, si es necesario, a la presidenta Claudia Sheinbaum, que nos ayude, no es justo lo que nos sucede”.

"Tenemos colegios, institutos de ingenieros, lo mejor del Ejército Mexicano, ¿y nadie nos puede ayudar? Igual y ya se demuele el edificio, pero igual y tenemos la oportunidad de entrar por nuestros documentos personales", insiste angustiado Luis Fernando Quiroz, quien pidió a la alcaldía pasar a otro nivel.

A una semana del desalojo del edificio en colapso inminente, algunas de las familias piden el apoyo de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para iniciar las demandas penales o de conciliación para que el daño inminente les sea reparado, pues no aceptan que años de trabajo vayan a quedar en escombros.

“Somos humanos, no animales, y queremos ser escuchados, no es posible que nadie pueda hacer nada por nosotros. Ahí dentro tenemos nuestro patrimonio. Mi madre ha trabajado vendiendo gelatinas en la calle, ahora vamos a perder todo. Nadie nos escucha. El dueño del edificio se esconde y aquí seguimos sin apoyo de nadie”, planteó el colono.

Con la esperanza de poder entrar a su departamento, aunque sea por unos minutos para sacar documentos, dinero, lo elemental, la familia de Hilda Quintanar Pérez, dice que a lo mejor con vigilancia de Protección Civil podrían entrar a sacar lo más elemental.

“Los documentos importantes, dinero, lo que se pueda sacar, estamos conscientes de que un refrigerador, una estufa no se puede sacar nada, pero vamos por lo menos pesado. Dejé todos mis papeles”, comenta Sofía Pérez, quien en el trabajo supo de la orden de desalojo, el miércoles 2 de octubre.

La familia dice no saber nada de ingeniería, pero presume que quizás con grúas, contrapesos o estructuras de sostén, podrían evitar el colapso violento del inmueble y aplastar casas cercanas, por lo menos tener unos minutos para entrar por lo elemental.

Los afectados pidieron a la alcaldía de Naucalpan el oficio personalizado de los dictámenes de riesgo emitido por Protección Civil, a la FGJEM la instalación de un módulo del Ministerio Público, de una mesa de mediación para iniciar acciones legales para la reparación del daño a su patrimonio.

La familia de Hilda habilitó una combi para pernoctar, comer y vivir en espera de alguna ayuda. Dos colchonetas que recibieron de la alcaldía, sirven para que siete integrantes de la familia pasen la noche, también recibieron una despensa y no hay más.

La Protección Civil y Bomberos (PCyB) descartó realizar una “demolición controlada” en el edificio, sólo esperan que el inmueble colapse por sí mismo, y estiman que la superficie de impacto abarque un perímetro de cien metros.

El viernes, Cynthia Elizondo Basurto, directora del Sistema DIF de Naucalpan, indicó que por instrucciones de la alcaldesa Angélica Moya Marín, se brindó apoyo tanto a las familias que vivían dentro del edificio en riesgo como en las viviendas aledañas que también fueron evacuadas.

Personal del DIF levantó un censo de las familias afectadas para determinar qué otro tipo de ayuda requieren y a quiénes se les brindará un apoyo económico para rentar una vivienda. Asimismo, se entregaron algunos insumos, como una canasta con productos para preparar alimentos fríos, además de leche, colchonetas, cobijas, cubrebocas y gel antibacterial.

Explicó que "las familias que vivían en el edificio, están perdiendo todo porque ya no pueden sacar sus cosas debido a que el riesgo es inminente y en cualquier momento puede colapsar, a ellas se les va a dar un apoyo económico para que puedan pagar una renta en otra parte y comprar algunos muebles y enseres”.