Ciudad de México. Sin que se diera aviso de su reapertura ni de los trabajos que la pasada administración, dijo, que realizaría en esta, la Alameda Central fue reabierta al público.
Libre de vayas y tápiales el parque más antiguo de América Latina, volvió a ser ocupado por comerciantes ambulantes.
El comercio informal se encuentra prácticamente en todo el perímetro de la Alameda y ocupan las bancas por lo que los visitantes del Centro Histórico no las pueden ocupar.
Incluso la explanada de Bellas Artes lució abarrotada de vendedores de elotes y alimentos que utilizan anafres o tanques de gas.
Las inmediaciones del parque como las banquetas de la Avenida Juárez también sufren la invasión de ambulantes y a estas áreas también se suma la presencia de personas que utilizan perros y gatos para obtener dádivas para su manutención.
También la presencia de personas que consumen mariguana.
Al desorden se agrega el estacionamiento de motocicletas en las banquetas, la circulación de bicitaxis en sentido contrario o de manera anárquica a pesar de que recientemente se publicaron las normas que las regulan.