Ciudad de México. Comerciantes pidieron hacer valer las reformas a la Ley Cívica de la Ciudad de México que tienen como fin controlar la venta de alcohol en la vía pública en actividades como las llamadas chelerías.

El congreso local aprobó recientemente modificaciones a los artículos 32 y 28 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México con el fin de sancionar la conducta de quienes vendan bebidas embriagantes en la calle sin contar con los permisos correspondientes, “buscando desincentivar el comercio indiscriminado de estos productos sin previa verificación del cumplimiento de los requisitos administrativos”.

José de Jesús Rodriguez Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, señaló, que las reformas buscan atender, “el fenómeno de las llamadas chelerías que se puede observar en muchos lugares; lo que no quiere decir que la gente pueda consumir en la calle; eso es algo que sigue prohibido, inclusive no se permite la venta a menores de 18 años.

“Para que nos quede muy claro a todos lo que está tratando de hacer esta Ley es regularizar la venta de productos de baja graduación alcohólica no de alta graduación alcohólica”.

Con dicha, legislación, “de una o de otra forma (actividades como las chelerías) tendrán que entrar a una regulación que les va a permitir comercializar de manera legal pero también de manera legal que los productos que vendan no sean adulterados ni tengan otro tipo de consumo”, abundó.

Las leyes están hechas para regular y armonizar la convivencia de una sociedad, “estaremos pendientes de qué si se llevan a cabo actos que no ayudan a la legalidad y que además generan una competencia desleal; sobre todo, que afectan a la sociedad y particularmente a nuestros jóvenes, allí estaremos levantando la voz para que las cosas se puedan atender de manera congruente y correcta”, dijo.

María Fernanda Islas, empresaria en el Centro Histórico, considero incomprensible, que, “se autorice a un ambulante a vender alcohol”.

Agregó que, “puede representar un problema poner las bebidas alcohólicas al alcance de los menores de edad y de todo el mundo, incluso puede tener un impacto en los conductores; entonces ya todo el mundo va a estar tomando en la calle”.

Para vender bebidas alcohólicas los restaurantes, tienen que cumplir y pagar muchos requisitos, “para evitar que vendan vino adulterado que vaya afectar la salud”.

Indicó, que “un negocio pequeño que vende alcohol paga 80 mil pesos anualmente”.