Pachuca, Hgo. Dos de los tres cadáveres localizados la noche del miércoles bajo un montículo de rocas y tierra en un paraje de la localidad Puerto México, municipio de San Agustín Tlaxiaca, ya fueron identificados.
Pertenecen a dos jóvenes que fueron reportados como desaparecidos el pasado 21 de septiembre y vistos por última vez en el municipio de Mineral de la Reforma, conurbado con Pachuca.
Aunque la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) aclaró que no se trataba de una fosa clandestina, puntualizó que las piedras que cubrían los restos humanos fueron arrojadas de forma intencional.
El primero de los cuerpos que fue identificado corresponde al Sergio Bárcena García, de 29 años, a quien, de acuerdo a la ficha de búsqueda, se le vio por última vez en el municipio de Mineral de la Reforma, sin especificar la localidad.
Los familiares de Bárcena informaron que fue hallado muerto a través de la página del colectivo dedicado a difundir fichas de personas desaparecidas “Madres buscando sus corazones perdidos“, así como en la de "Sonrisas Perdidas".
Aunque en esos portales no se dio a conocer el lugar en que fue hallado el cadáver, los familiares informaron que Sergio era uno de los fallecidos hallados en el montículo de rocas de San Agustín Tlaxiaca.
Tenía varios tatuajes. En el hombro derecho un Ojo de Horus, y en el codo del mismo lado otro con su apellido "Barcena". También se tatuó una imagen de una calavera con pelo y barba, así como la de un reloj y una rosa.
Otro de los cuerpos que ha sido también identificado de manera parcial es el de Irving Gerardo Ramos Cuéllar, de 26 años de edad. Desapareció el mismo 21 de septiembre, también en el municipio de Mineral de la Reforma, en específico, en la calle Alemania de la colonia Portezuelo.
Su esposa, Daniela Martínez confirmó la noticia de que había sido hallado muerto por su cuenta de Facebook sin dar ningún detalle del estado en que se encontró el cadáver ni del lugar.
"Te vamos a recordar como tú eras, papito te amo, y te amaré el resto de mi vida, mí Carín, mi gordito, mi vida entera; te juro que voy a ser muy fuerte por mis hijos y por las mujeres que me dejaste; un chingo de besos hasta el cielo mi amor y nos encontraremos en la siguiente vida papito, mi rey hermoso", escribió la viuda de Irving.
Se le pudo identificar por algunos tatuajes que tenía, entre ellos una cruz y las iniciales "GR" en el pómulo derecho; y una nota musical en el izquierdo.
En el cuello, del lado derecho, tenía tatuado un boxer de pelea con rosas; en el lado izquierdo, el símbolo radiactivo. En el cráneo, arriba de la nuca un rostro de calavera; del lado izquierdo, un ojo chicano y la leyenda "Mi vida loca".
Ambas víctimas eran de estatura alta. Sergio Bárcena era de un metro 75 centímetros, en tanto Irving Gerardo era de un metro con noventa centímetros. Los dos eran robustos y tenían buena condición física al momento de ser asesinados.
En el lugar, se encontró un cráneo semi cubierto con tierra que hasta el momento no se ha determinado a cuál de los cuerpos pertenece, así como restos de un tercer cadáver.
La tarde del miércoles la Policía Municipal de San Agustín Tlaxiaca recibió un reporte anónimo acerca de una supuesta fosa clandestina en las afueras de la localidad de Puerto México, cerca de una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, y de unas torres de la Comisión Federal de Electricidad.
En un mensaje de texto, se alertó sobre un par de manos semienterradas en el lugar. De inmediato, las unidades de la Policía Municipal se trasladaron al lugar para verificar el reporte.
Al llegar, los oficiales realizaron un recorrido a pie en el que localizaron un cráneo y, a pocos metros, restos humanos cubiertos de tierra y piedras, devorados por la fauna local. El hallazgo fue reportado al Ministerio Público de Actopan.