Ciudad de México. “Alto a la impunidad”, es el clamor al iniciar la marcha por los 56 años de la masacre estudiantil en Tlatelolco. La movilización estuvo encabezada por sobrevivientes de la represión e integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas.
Al frente los manifestantes portaron una gran manta con el mensaje “Por un nuevo modelo de justicia para el pueblo. ¡Alto a la impunidad!”.
En la marcha participaron estudiantes normalistas procedentes de distintas escuelas del país, entre ellos de Ayotzinapa, Guerrero, que llegaron en al menos 15 autobuses.
También universitarios de la UNAM, IPN, UAM y UACM, organizaciones indígenas y sindicales.
“Fue el Ejército”, “2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa”; “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”; y “¡Justicia!”, son algunas de las consignas.
La movilización avanzó sobre Eje Central, rumbo al Zócalo capitalino, y está siendo monitoreda por personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
La fuerza estudiantil retumbó a lo largo del trayecto, principalmente en el bajo puente que cruza Paseo de la Reforma, en donde los manifestantes hicieron un pase de lista de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace 10 años.
Al grito de ¡huélum! y ¡Goya! los estudiantes de la UNAM y del Politécnico, los contingentes marcharon. Detrás de ellos, se ubicaron integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos y Socialistas de México (FECSM), así como de la escuela normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Un grupo de personas encapuchadas escribieron consignas en las que se lee “Hermanos de los 43”, “Sigue siendo el Ejército” y “Entreguen los 800 folios”.
En tanto que otro grupo, momentos antes de iniciar la marcha, incendió el área de oficinas de las taquillas de la estación del Metro Tlatelolco con bombas molotov, además de realizar pintas.
Foto Érika Capuleño
Alrededor de las 17:30 horas la vanguardia de la marcha ingresó al Zócalo capitalino, donde se llevará a cabo el mitin central.
“Fue el Estado”, exclamaron, al ver que tanto Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana se instalaron vallas metálicas antimotines.
En Eje Central, en su cruce con Donceles, el llamado bloque negro lanzó cerca de cuatro explosivos contra granaderos que mantenían formación en esas calles.
Asimismo, comenzaron a realizar destrozos en parabuses y en cristales del Palacio Postal y el Banco de México, a donde también arrojaron una docena de artefactos explosivos.
En los sitios que lograron incendiar, algunos bomberos se acercarpn para apagar el fuego con extinguidores.
En la esquina de 5 de mayo, se registró un conato de bronca, debido a que un grupo de personas embozadas jaló la cámara de un reportero para impedir grabar, a quienes también lanzaron agua a la cara.
Mientras avanzan hacia el Zócalo de la Ciudad de México, las personas vestidas de negro encapuchadas golpean las cortinas de negocios comerciales, y realizan destrozos por doquier.
En su cruce con la calle Filomeno Mata, lograron ingresar a una farmacia donde sustrajeron diversos medicamentos y artículos que aventaron hacia el exterior del inmueble.
Lo mismo ocurrió en una reconocida cafetería, a la que realizaron destrozos y sobre su fachada escribieron “Sionistas”.
En las puertas del Palacio de Gobierno se registró el momento de mayor tensión, pues mientras un grupo de granaderos llegó para resguardar el inmueble, en cuyas puertas prendieron fuego, el bloque negro lanzó piedras, cohetes y artefactos explosivos.
En respuesta, los elementos de seguridad devolvieron las piedras y activaron extintores para generar nubes de humo.
Mientras esto sucedía, en el mitin pidieron a los manifestantes no caer en provocaciones.