Acapulco, Gro., El huracán ‘John’ destruyó la mitad de la colonia Glorieta, en Puerto Marqués, ubicada en la parte superior de la avenida Escénica, en las faldas del cerro de la colonia Alta Miramar.

Sus habitantes vieron cómo un pequeño arroyo se convirtió en un río de aguas broncas, que arrasó con vehículos, al menos 15 viviendas, calles, andadores y cobró la vida de una niña de 10 años, cuya casa desapareció.

De camino al lugar, ahora una gran cañada, vecinas y vendedoras dan las señas para llegar ahí y con tristeza recuerdan: “aquí todos conocían a la niña, por ahí pregunten”.

A su paso, el agua se llevó estufas, colchones, postes de luz, recuerdos y destruyó al menos una de las viviendas inauguradas por una fundación luego del impacto del huracán ‘Otis’, en octubre de 2023, la cual fue aplastada por la raíz de un gran árbol.

A unos metros de la calle principal, llamada Del Panteón, el intenso torrente no cede, lo que aprovechan mujeres para lavar ropa al tiempo que los niños retozan para olvidar lo ocurrido.

A lo lejos, en la parte baja, se observan desarrollos de viviendas y hoteles de la zona Diamante, en una mañana de lunes soleada y colorida.

Vecinos relataron que el jueves por la noche se escuchó un gran estruendo, y sucedió lo peor. “Todos conocían a la niña, tenía 10 años, pero ya no hay nadie, su familia se fue”, expresó un residente.

Alberto Salazar Ríos se dedica a hacer trabajos de albañilería y pintura; desde el martes pasado no laborara, pues tiene que recuperar y limpiar sus pertenencias, entre ellas una estufa maltrecha, que recibió hace unos meses como parte de los apoyos que entregó el gobierno federal tras el paso de ‘Otis’.

Explicó que los lugareños fueron a alertar a la familia de la menor cuando el arroyo y la lluvia azotaban con toda su fuerza, pero nadie salió de la vivienda. Relató que la corriente también arrastró a un niño, a quien sí alcanzaron a salvar.

“A la niña la fueron a sacar allá abajo”, comentó Alberto, mientras recorre lo que fue su colonia, entre piedras, y la corriente de un arroyo que en mayo está seco.

Al tiempo que camina por el sitio devastado, lleno de rocas, objetos dispersos, señala con sus manos: “la calle por aquí atravesaba desde allá arriba, ahí había un puentecito; hizo feo el agua, mi casa se la llevó, me estoy quedando con mi hermano; ahí donde ve la hamaca había un árbol de almendro, fuerte, y el agua se lo llevó”.

Agregó que vivieron el impacto de ‘John’ “encerrados porque la lluvia estaba fuerte, cuando sentimos el agua ya no podíamos salir por las piedras, salimos a fuerzas”.

Recordó que “con ‘Otis’ se puso feo, pero ni con ‘Paulina’, que fue un chingo de agua, se puso así”. Además, dijo, con ‘Otis’ la ayuda llegó más rápido, porque sólo hubo daños en Acapulco y en Coyuca de Benítez, pero ahora fue en todo el estado.