Ciudad de México. El peso termina por primera vez una administración con una apreciación frente al dólar estadunidense desde que México entró al régimen de libre flotación del tipo de cambio en 1994. De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), la moneda mexicana alcanzó una cotización de 19.6902 pesos por dólar spot al cierre de la penúltima sesión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que representó una apreciación nominal de 3.7 por ciento, frente a los 20.4455 pesos por dólar con los que arrancó su mandato en el mercado al mayoreo.
El tipo de cambio, que forma parte de la cultura económica en México, tuvo eventos que provocaron volatilidad desde que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones, en el verano de 2018, pero absorbió todos los choques externos e internos. Tuvo momentos de importantes ganancias en 2022 y 2023, que la convirtieron en la segunda moneda más apreciada a nivel mundial.
Tras las elecciones del 2 de junio, después de que el partido en el poder ganara mayoría en el Congreso, el peso perdió gran parte de las ganancias que había alcanzado, que llegaron a ser de alrededor de 18.5 por ciento (con el superpeso en 16.67 pesos por dólar spot).
Aunque la moneda mexicana ha entrado en una etapa de volatilidad, que continuará hasta finales del presente año, debido al cambio de gobierno, el presupuesto de 2025 y las elecciones en Estados Unidos, la administración de Andrés Manuel López Obrador será la primera en cerrar con una apreciación en 30 años.
El peso se depreció 174.28 por ciento en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000); 16.4 por ciento con Vicente Fox Quezada (2000-2006); 17.82 por ciento con Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012); 58.03 por ciento con Enrique Peña Nieto (2012-2018). Y una ganancia, hasta un día antes de su cierre de sexenio, de 3.69 por ciento nominal con Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
Choques externos
El peso es la moneda del mercado emergente que más se ha fortalecido desde la pandemia de covid-19. Desde su nivel punto más débil (25.10 pesos por dólar en marzo de 2020), se ha apreciado 22 por ciento en términos nominales.
“Tuvimos muchos eventos que provocaron volatilidad desde el inicio de la administración del presidente López Obrador (la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco), con una elevada incertidumbre por parte de los inversionistas; que siguió con una pandemia, cuando el tipo de cambio tocó un máximo histórico y después de este evento tuvo una recuperación muy importante, incluso entre 2022 y 2023, el peso mexicano fue la segunda moneda más apreciada a nivel mundial. En 2022, sólo por debajo del real brasileño y en 2023 por detrás del peso colombiano.
“En la primera mitad de 2024, la moneda nacional era la más apreciada a escala global, pero ante la incertidumbre por los resultados de las elecciones del 2 de junio y la aprobación de la reforma al Poder Judicial en México, así como diversos eventos internacionales, se presentó una depreciación importante... El peso presentó una elevada volatilidad, lo cual es normal porque es de libre flotación y es la variable que absorbe todos los choques externos e internos”, explicó Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex.
¿Cuál fue su fortaleza?
En un entorno de alta inflación, los bancos centrales de México y Estados Unidos subieron sus tasas de interés de referencia –las que determinan el costo del crédito al que se financian empresas y personas– a niveles máximos, lo que hizo más redituable para los inversionistas internacionales comprar bonos gubernamentales en México que en Estados Unidos, debido a que los rendimientos son mayores, por lo que aceptan el riesgo.
Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BIS, por sus siglas en inglés), el peso cotiza las 24 horas al día en todo el mundo. La facturación promedio diaria equivale a 114 mil millones de dólares –a nivel local, el volumen de operación diario fue de aproximadamente 21 mil millones de dólares–, más que ninguna otra moneda de mercados emergentes (con excepción de China).
Esta liquidez hizo favorito al peso entre los inversionistas –con el carry trade, estrategia en la que los inversionistas toman dinero prestado de economías con bajas tasas de interés, como Japón o Suiza, para financiar inversiones en activos de mayor rendimiento en otros lugares, como acciones estadunidenses o peso mexicano–, que vieron en el diferencial de las tasas de interés de México con Estados Unidos y Japón una rentable oportunidad, pues 80 por ciento de las compras o ventas de dólares son especulativas.
Otra razón de la fortaleza del peso mexicano fue el ingreso de dólares al país, a través del incremento en exportaciones por 593 mil 12 millones de dólares en 2023, anotando un monto máximo, impulsadas por las ventas de la industria automotriz.
Además, las remesas ascendieron a un récord de 63 mil 286 millones de dólares el año pasado, y la inversión extranjera directa (IED) a 32 mil 900 millones de dólares.
No obstante, el tipo de cambio real, de acuerdo con datos del BdeM, ronda niveles de mayor apreciación desde 2002, lo que no es bueno para las exportaciones, el turismo o las remesas.