Acapulco, Gro., Intensa actividad se registra en el poblado de Puerto Marqués, en la zona Diamante, desde las primeras horas de la mañana, donde habitantes y prestadores de servicios se apresuran una vez más, a limpiar sus casas y establecimientos, tras los estragos ocasionados por el huracán John.
El nuevo escenario de esta localidad turística luce desolador, cuando restauranteros apenas se recuperaban de los daños que dejó el huracán Otis, en octubre pasado.
A los montones de basura, ramas, colchones, electrodomésticos descompuestos, lodo, se suman dos grandes socavones, auténticos cráteres, que se formaron en la parte final de calle principal del Marqués, a la altura del Bloque 3, ante la presión ocasionada por la inundación y la tormenta.
En este punto colapsaron 16 restaurantes que fueron atrasados por la fuerza de la corriente del agua desbordada.
"Es como si el restaurante Naty nunca hubiera existido", mencionó Silvia Dámaso, quien explicó que su familia tiene más de 50 años al frente del establecimiento.
"Nunca habíamos visto algo así, pero gracias a los socavones el agua pudo fluir al mar, ya la teníamos hasta el cuello", mencionó Martín Ramírez, quien explicó que la lluvia y el afluente del canal de la Marquesita, terminó por saturar la laguna negra de Puerto Marqués, y agregó: "volvimos a perder todo".
Elementos del Ejército Mexicano que ayudan en la limpieza de viviendas en el centro del poblado, mencionaron que este día han ayudado a limpiar 80 casas de agua, lodo, ramas y muebles húmedos.
La mañana del domingo por fin salió en Acapulco alrededor de las 7:30 de la mañana, pero dos horas después fue ocultado por las nubes, aunque persiste el calor y una ligera humedad.