Madrid. El ministro de Asuntos Exteriores del gobierno español, el socialista José Manuel Albares, aseguró que “la política exterior de España defenderá siempre” a la “jefatura del Estado”, representada en el Rey Felipe VI, en referencia a la crisis diplomática entre México y España por la no invitación al monarca a la toma de posesión de la futura Presidenta del país, Claudia Sheinbaum. El gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, informó además que el pasado martes elevó una “nota verbal” al embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, en la que expresó su malestar por la decisión adoptada por las autoridades mexicanas.
El ministro español compareció desde Nueva York, en donde participa en la Asamblea General de la ONU, en donde confirmó que el gobierno no enviará ninguna delegación oficial a la toma de posesión de Sheinbaum. “España, desde luego, quiere mantener las mejores relaciones con un pueblo hermano como el de México, pero no vamos a aceptar que haya una representación de cualquier otro nivel distinta a la del jefe de Estado”. Además afirmó que “con México y con cualquier otro país del mundo, mientras yo sea ministro de Asuntos Exteriores, la política exterior de España defenderá siempre, siempre a nuestras instituciones, empezando por la más alta, la jefatura del Estado”.
Además, Albares confirmó la información que publicó el diario El País, en la que detalló el encuentro que mantuvo en embajador mexicano en España en la sede del ministerio de Exteriores, tras ser convocado para entregarle una “nota verbal” en la que se afirmaba que el rey “es el jefe del Estado y, en calidad de tal, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales” y que “en un acto de tanta trascendencia para el pueblo de México, España debe estar representada por su jefe de Estado, demostrando la voluntad mutua de avanzar en beneficio de nuestros pueblos hermanos, con la mirada puesta en un futuro común de prosperidad compartida”, continuaba la nota, que concluía diciendo que “agotados todos los cauces para transmitir respetuosamente el nivel de representación que corresponde a España, no habrá ninguna representación del Reino de España en la Transmisión de Poder Ejecutivo Federal en Ciudad de México”.
Desde la derecha española continuaron los ataques al gobierno mexicano por esta decisión. En esta ocasión por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que tildó de “totalitario” al gobierno de nuestro país y afirmó: “Normalizar el crimen como está pasando en México. Y aprovecho para reiterar nuestro compromiso con la monarquía y con el rey de todos ante las pretensiones de la heredera de Obrador de atacar a España a través de su rey. Si se fijan en lo que está pasando en México y en las palabras que están utilizando, que nosotros no vamos a entrar a jugar en ellas porque el pueblo español y el pueblo mexicano son hermanos y no pueden dividirnos. Ambos, en un país y en el otro, los gobiernos utilizan las mismas tácticas de los ultras, lo llaman memoria histórica o revisión de la historia. Y no digamos ese agravio populista en lugar de aplicar políticas en positivo para los ciudadanos; ahora resulta que la culpa situación de un país son los siglos de atrás. Están unidos por la animadversión y el odio a todo lo español para ir a la contra y para imponer su criterio por la fuerza”.
En medio de esta crisis, el Rey Felipe VI tiene previsto inaugurar el Encuentro de las Academias Hispanoamericanas de la Historia, el próximo 4 de octubre, que bajo el título Una historia compartida y sus academias, participarán historiadores de México, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador, Uruguay y España.