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Economía moral

27 de septiembre de 2024 08:32
Según la ley de la tendencia decreciente de los salarios –que Marx aceptó durante el periodo (1846 y años siguientes) en el que en sus escritos prevalece la segunda forma de su Teoría Crítica (TC) (véase entrega del 20/9/24)– el golfo que separa la situación del proletario de las posibilidades de riquezas socialmente objetivadas se amplió constantemente. Por otra parte, Marx subraya –dice GM– el aspecto positivo del trabajo asalariado (TrA): su carácter abstracto [los términos descriptivos adecuados, en mi opinión, serían Tr parcial/ fragmentado], que es parte de su alienación, “significa al mismo tiempo la emancipación ( sic) del trabajador de determinaciones precapitalistas estrechas que contribuían a formar su personalidad”. Por esto, las asociaciones proletarias no pueden basarse en vínculos sociales orgánico-limitados, sino sólo en contactos y actividades (AV) sociales creativas y autoeducativas, en las que los trabajadores participan con su personalidad completa, dice GM. La idea de asociaciones proletarias como un nuevo tipo de comunidad, se reconcilia ( sic) –al menos a un nivel teórico-abstracto– con la concepción de su alienación total. Tal concepción –cualesquiera sean sus méritos y dificultades– hace posible elaborar un esquema estratégico general para el movimiento proletario revolucionario. Aunque estas coaliciones no pueden contrarrestar las leyes de hierro del capitalismo (CPL), la experiencia de lucha común desarrolla en los TrA nuevas necesidades radicales (NR) que impulsan la creación de organizaciones políticas revolucionarias de nuevo tipo. En la segunda forma de TC, se observa, concluye GM, un cambio en la noción de comunismo (CMN): Marx renuncia a la idea de una unidad directa y total de individuo y sociedad, aunque mantiene la noción del carácter social directo de las AV individuales en el socialismo (SCL). La idea de la sociedad CMN como una persona, se reemplaza por la i dea de CMN como una empresa, y ello hace surgir el problema de la planificación. GM añade que la distribución planeada de los factores de la producción y de los valores de uso (VU) producidos, no podría basarse en el SCL en el principio del tiempo de Tr (TTr) necesario, pues esto reduciría la parte de los productores al descendente mínimo de subsistencia. La abolición de la división del Tr mantiene su importancia, pero deja de identificar C individuales y sociales. El siguiente cambio en la estructura de la TC de Marx, que ocurre a mediados de los años 50, refleja cambios externos: en primer lugar, la derrota de la revolución de 1848, que lleva a Marx a concluir que las tormentas de la lucha política y las calmas contrarrevolucionarias, siguen el ritmo de los ciclos (crisis/prosperidad) económicos; y en segundo lugar, ante las evidencias sobre la prosperidad y la condición obrera comparada de varios países europeos, Marx se ve forzado a abandonar su teoría de los salarios. Para llenar el vacío resultante, intentó elaborar una teoría independiente de las crisis. Pero, según GM, esto lo llevó a resultados incompatibles con el sistema ricardiano de economía y lo convenció que una teoría separada de las cri sis era imposible, y que la elaboración de una teoría económica propia era necesaria. Así surge la nueva TC como sistema crítico de una economía política filosóficamente orientada e históricamente situada del CPL, que se centra en la producción de excedentes y la acumulación de capital, es decir en el proceso integral de reproducción CPL y que busca proveer orientaciones duraderas para la lucha proletaria.

Esta forma de TC comienza en los Grundrisse, ( Gr, 3ª forma) y concluye en El capital ( EC, 4ª forma). El marco de referencia de ambas etapas es común; está centrado en la dicotomía de contenido y forma, que ahora le permitió plantear la cuestión de una teoría económica crítica: la génesis de las determinaciones de formas socioeconómicas que definen el proceso de reproducción CPL. A pesar de esta confluencia, GM plantea que los Gr y EC representan diferentes puntos de vista sobre todo en cuestiones prácticas. En los Gr se sostiene que el CPL desarrolla las FP a un grado en el cual el proceso de producción (pp) deja de ser un proceso de trabajo (pTr) y se convierte en un proceso científico (pC): la aplicación técnica de las ciencias naturales (CN), lo que socava el fundamento del CPL: la producción de mercancías basada en la ley del valor. El Tr vivo se convierte en un elemento secundario/ subordinado de la producción y, por tanto, el TTr socialmente necesario pierde su validez y efectividad como regulador de la distribución de los factores de la producción. Que las crisis CPL sean cada vez más profundas y destructivas se explica por el avance de dicho proceso. Por tanto, el SCL significa el abandono del proceso de regular las AV materiales sobre la base del TTr requerido. La medida de la riqueza de la sociedad futura no será el TTr, sino el TL (tiempo libre). En la fábrica automática el individuo tendrá el rol de director consciente y regulador del pC en el cual ya no participa directamente. Así, el Tr se convierte en una AV libre y creativa. Por otro lado, el T disponible para desarrollar las C creativas se vuelve un factor económico directo, pues el cultivo universal, sobre todo científico, del individuo se vuelve requisito para el pC. La separación entre TTr y TL desaparece, pues el individuo capaz de nuevos descubrimientos se vuelve la base real de la reproducción ampliada. En EC Marx mantiene un énfasis no menor al de los Gr en la transformación de la producción por la aplicación de las CN, pero con un significado diferente. Marx postula la tendencia del CPL a reducir el trabajo calificado a trabajo simple, a las pocas y simples formas de movimiento del organismo corporal humano y la considera como una N técnica permanente que crea la base para un sistema SCL de producción ( sic). Ve la eliminación de la vieja división del trabajo como abandono de la especialización, lo que se logra por este proceso de simplificación y mecanización de todas las tareas de Tr. La rotación constante de las tareas de TS y la drástica reducción del TTr pondría fin a las devastadores y despersonalizantes efectos del Tr, lo que permitirá al individuo actuar como sujeto consciente en AV libres y creativas fuera de la esfera de la producción. En EC Marx también revoca la perspectiva de los Gr de la fusión del TN y el TL en el SCL, que crea las bases institucionales para su diferenciación. Por primera vez en la historia, el SCL reducirá el Tr a una N puramente técnica, libre de costumbres y de dominación. Por tanto, convertirá las AV sociales y culturales – praxis como fin en sí mismo– en algo posible para toda la población. En EC, el SCL liquida la función reguladora de la ley del valor en el sentido que abandona su forma social reificada, pero preserva la noción del TTr socialmente necesario como medida universal de todos los costos de producción.

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