En el caso Ayotzinapa hay intereses políticos ajenos a la investigación, tanto del país como del extranjero
, que han impedido llegar a la verdad y buscan desacreditar al Ejército como institución, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Recalcó que ese desprestigio a las fuerzas armadas –señalándolas como responsables de la desaparición forzada de los 43 normalistas– busca someter a las autoridades mexicanas ante grupos hegemónicos políticos o económicos, e incluso a gobiernos del exterior.
En la mañanera, a pregunta sobre la carta que envió a las familias de los jóvenes –que La Jornada adelantó ayer en su edición impresa– y del último informe sobre el caso, el mandatario enfatizó que las fuerzas armadas han colaborado con la investigación.
Rechazó los argumentos en el sentido que los mandos militares no responden a sus instrucciones para entregar la información con la que cuentan: no me estoy chupando el dedo. Está muy difícil que me tomen el pelo
, sentenció.
Deslindó una vez más al Ejército de los hechos y acotó que los militares que pudieran estar implicados –a los que se sigue proceso judicial– sería por omisiones al no reaccionar para evitar los crímenes o por vínculos con el crimen organizado, y no por la desaparición forzada.
Nunca dejamos de buscar
En víspera del décimo aniversario de los crímenes contra los normalistas suscitados entre el 26 y el 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, el jefe del Ejecutivo federal señaló que los avances son insuficientes, aunque acotó: nunca dejamos de buscar a los jóvenes
.
Al tomar posesión del cargo, el 1º de diciembre de 2018, López Obrador planteó la resolución del caso Ayotzinapa como uno de sus 100 compromisos de gobierno. A cinco días de concluir su mandato, envió los referidos documentos a los padres.
Hice el compromiso con ellos de buscarlos hasta encontrar a los jóvenes, y trabajamos en eso todo el tiempo; se avanzó, no como quisiéramos, pero no es un expediente cerrado, va a continuar la investigación.
Se tomó el tiempo para leer completa la misiva de siete cuartillas que envió el martes a los familiares de los normalistas, y en algunos puntos hizo comentarios sobre las ideas expuestas en el documento.
A la par, refirió que les hizo llegar el tercer y último informe de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (Covaj), así como diversos anexos.
Recalcó la posición que ha mantenido desde hace dos años al afirmar que las instituciones castrenses han colaborado y apoyado para llegar a la verdad y a la justicia en este asunto, y sobre todo, para dar con el paradero de los estudiantes.
“Hemos contado con apoyo de las fuerzas armadas. Dicen los abogados de los padres y el Prodh (Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, organismo que ha acompañado a las familias desde hace 10 años) que no me hacen caso a mí los mandos del Ejército y que manda el Ejército, y que aunque yo tenga buenas intenciones no puedo obligarlos a que digan la verdad.
Les comento que yo soy un hombre de principios. Independientemente de que soy el comandante de las fuerzas armadas y además lo he hecho, está por escrito, dando instrucciones, órdenes, pues no me estoy chupando el dedo. Está muy difícil que me tomen el pelo; sólo Álvaro, el que me corta el cabello, me toma el pelo. No me dejo, y eso lo saben bien todos, y sobre todo mis adversarios. Entonces, al contrario, los mandos de las fuerzas armadas han cooperado, han ayudado
, sostuvo.
Los mandos de las fuerzas castrenses coinciden conmigo en que la violación de derechos humanos y la impunidad no pueden tolerarse en ninguna circunstancia
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Reprobó que se pretenda denigrar a las fuerzas castrenses. ¿A quiénes les conviene que tengamos un Ejército debilitado, sin autoridad, no sólo fuerzas armadas debilitadas, instituciones nacionales debilitadas, la institución presidencial? Pues a los poderes extranjeros, a las hegemonías, porque una autoridad nacional sin fortaleza pues es como una hoja seca, no puede defender los intereses de la nación.