Ciudad de México. La transición hacia una agroecología es una realidad en México, ahora, se podrá prescindir del uso de glifosato y otros productos de moléculas sintéticas, gracias a bioherbicidas cien por ciento naturales, desarrollados por la industria privada en conjunto con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), señaló la directora del Consejo, María Elena Álvarez-Buylla Roces.
En Conferencia de prensa, en la sede del Consejo, se anunció el primer bioherbicida cien por ciento natural que logró el registro sanitario ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios; se trata de Contronat, de la empresa de bioinsumos Promotora Técnica Industrial S.A de C.V. Además, hay dos productos de otras dos compañías (Kill Herbs de Seragram y de Herbi-O de Agribest) que están en la fase final de revisión.
Juan Carlos Ramírez Zamora, director de estrategia de Promotora Técnica Industrial, explicó que este bioinsumo es una alternativa amigable para el control de arvenses y está hecho a base de sales de amoniaco de ácidos grasos, es misceláneo al contacto, no selectivo para el control de hoja ancha y angosta. Va dirigido a cultivos de berries (fresas, frambuesa, grosella), café, la vid, cítricos (limón, naranja, toronja), maíz, sorgo y hortalizas (jitomate, berenjena, chile, papa).
La capacidad de estos tres productos de bioinsumos industriales será de 5.9 millones de litros anuales, con lo cual se podrá cubrir la demanda que se requiere en el país. Esto se sumará a los 68 millones de litros ya producidos de bioinsumos comunitarios, es decir, a los productos generados en comunidades locales, por ejemplo fertilizantes naturales como lombricomposta (hojas y desperdicios orgánico), agua de vidrio (combinación de cal, agua y extractos botánicos).
Soberanía alimentaria
Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, aseveró que este hecho “es un hito” para la soberanía alimentaria. “Podemos decir que estamos avanzando en la transformación de los sistemas alimentarios en México de manera integral, con justicia, salud y sustentabilidad”.
Cabe recordar que la prohibición del uso de glifosato, que debió darse los primeros días de abril de este año, no entró en vigor ante falta de soluciones concretas con las que pudiera reemplazarse. Como respuesta a ello, la directora del Conahcyt concluyó que “si se puede tener una agricultura sustentable, ecológica, sin tóxicos, sin glifosatos.