Nueva York. El presidente Joe Biden declaró este martes, en su último discurso ante la Asamblea General de la ONU, que Estados Unidos no debe aislarse del mundo, mientras Israel y los combatientes de Hezbollah en Líbano se acercan a una guerra total y la sangrienta operación de Israel contra Hamás en Gaza está a punto de cumplir un año.
Biden usó su amplio discurso para hablar de la necesidad de dar fin al conflicto en Oriente Medio y a la guerra civil en Sudán, que ya ha durado 17 meses, además de destacar el apoyo a Kiev por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. También expresó su preocupación por la inteligencia artificial y su potencial para ser usada para la represión.
Su comparecencia ante el organismo internacional le ofreció a Biden una de sus últimas oportunidades de alto perfil como presidente para hablar a favor de un apoyo sólido a Ucrania, el cual podría quedar en duda si el expresidente Donald Trump derrota a la vicepresidenta Kamala Harris en noviembre. Biden insistió en que, a pesar de los conflictos globales, aún tiene esperanza en el futuro.
“He visto una notable parte de la historia”, dijo Biden. “Sé que muchas personas miran el mundo ahora y ven dificultades y reaccionan con desesperación, pero yo no”.
“Somos más fuertes de lo que creemos” cuando el mundo actúa junto, añadió.
Biden llegó a la presidencia prometiendo rejuvenecer las relaciones de Estados Unidos en todo el mundo y retirar a su país de “guerras eternas” en Afganistán e Irak que consumieron la política exterior estadounidense en los últimos 20 años.
“Estaba decidido a terminarlo, y lo hice”, dijo Biden, refiriéndose a la salida de Afganistán, calificándola como una “decisión difícil pero correcta”. Reconoció que estuvo “acompañada por la tragedia” con la muerte de 13 soldados estadounidenses y cientos de afganos en un ataque suicida ocurrido durante la caótica retirada.
Pero su legado de política exterior podría estar determinado, en última instancia, por la respuesta de su gobierno ante dos de los mayores conflictos en Europa y Oriente Medio desde la Segunda Guerra Mundial.