Lima. Sendos equipos de fiscales peruanos allanaron este martes las viviendas del animador de televisión Andrés Hurtado y otros dos involucrados en una compleja trama de corrupción de alcances que son materia de investigación.
La operación, cuyo objetivo es buscar posibles evidencias, no necesitó de apoyo policial, como es usual, y comenzó con las incursiones en una casa y un departamento de la fiscal Elizabeth Peralta, indagada por favorecer a recomendados de Hurtado a cambio de dinero.
Peralta facilitó el acceso a los fiscales, uno de los cuales declaró brevemente que la diligencia se cumplía sin tropiezos, aunque declinó dar detalles por el carácter reservado de la pesquisa.
También fueron allanadas dos casas del empresario minero Augusto Miu Lei, una en la norteña ciudad de Piura y otra en Lima.
Miu Lei es parte de una pugna entre dos grupos de hermanos dedicados al comercio de oro, disputa que desató el escándalo al acusarse mutuamente ambas facciones de pagar a Hurtado para beneficiarse con sus influencias.
La telaraña de relaciones de Hurtado, detenido e investigado por presuntos delitos de tráfico de influencias, cohecho y otros, fue construida mediante intercambios de favores, como la organización de la fiesta del Día del Juez en la Corte Superior de Justicia de Lima, como una especie de obsequio a la titular de la corte, María Vidal.
También se prevé una investigación por la remodelación, por cuenta de Hurtado, del departamento de la jueza Paola Valdivia, vocal de la sala limeña de Apelaciones para casos de Corrupción y Crimen Organizado.
Por otro lado, la Fiscalía a cargo del caso emitió un comunicado en el que “deplora profundamente” que el Poder Judicial haya informado sobre los allanamientos antes de que estos empezaran, lo cual, afirma, “lesiona severamente la efectividad de la justicia”, lo que desmintió el Poder Judicial.
Por su parte, el ejército, en un mensaje de la red X anuló la condecoración Medalla del Ejército del Perú, otorgada a Andrés Hurtado en enero de 2016, por haber “coadyuvado al logro de los objetivos institucionales con su labor profesional”.
La condecoración, la más importante otorgada a civiles, fue retirada, añade, porque el personaje quebrantó “los valores éticos y morales que rigen la conducta de todo ciudadano portador de dicha distinción”.