Ciudad de México. Hay partidos que marcan la agenda de Cruz Azul. Después del clásico joven con el América, la rivalidad contra el Guadalajara tiene un valor especial. Con ese peso de un escenario importante, La Máquina volvió a cantar victoria en el estadio Ciudad de los Deportes (1-0) para mantenerse como único líder en la Liga Mx y seguir en carrera por el campeonato.
La noche fue una fiesta que tuvo de todo. Una lluvia torrencial, equipos que llegaron tarde en sus autobuses y un alumbrado que sufrió un apagón de varios minutos, dejando a oscuras a los jugadores durante el calentamiento. Ya con el silbatazo del árbitro Daniel Quintero, el partido se jugó a un ritmo directo y vertiginoso en el que hubo tiempo de todo: ataques, imprecisiones, un espectáculo de fuegos artificiales.
La presión de La Máquina funcionó para descubrir los problemas de Chivas, un equipo intenso, de veloces atacantes, pero con un débil dominio en el manejo de la pelota. No tuvo fortuna ni ingenio su medio campo, mucho menos profundidad. Las pocas veces que Rodolfo Rotondi y Luis Romo desafiaron ese punto débil de los rojiblancos estuvieron cerca de abrir el marcador. Ninguno supo cómo acreditar su dominio en el arco de Raúl Rangel, a pesar de que el portero se notaba nervioso.
En menos de 20 minutos, Romo se lamentó dos veces de oportunidades claras de gol. Sus fallos despabilaron al plantel del Rebaño, liderado a trompicones por Roberto Alvarado y Armando González, El Piojo y La Hormiga. Los dos jugadores, siempre escurridizos, probaron los reflejos del colombiano Kevin Mier, pero más de una vez los rechaces del arquero sirvieron para despejar el peligro. Después de lo cerrado de la primera parte, La Máquina activó la segunda tanda de luces en el estadio.
El capitán uruguayo Ignacio Rivero corrió al primer poste en un tiro de esquina de Carlos Rodríguez y, apenas con un ligero desvío, venció el lance de Rangel para el 1-0 al minuto 60. Como si alguien hubiera subido el volumen del sonido local, el “Daaale, daaale, daale, Cruz Azul” comenzó a cimbrar las paredes del Azul. Sin Javier Hernández (lesionado) ni nadie que pudiera ejercer su liderazgo, el Rebaño terminó estrellándose en cada acción que tuvo ante Mier.
Con 22 puntos, el cuadro que dirige Martín Anselmi se mantuvo en la cima de la Liga en nueve jornadas mientras Chivas, con 14 unidades, cayó al quinto puesto.