Ciudad de México. Dos de cada tres mexicanos consideraron que los jueces mexicanos son corruptos. Una encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ubicó a los juzgadores en la penúltima posición en cuanto al nivel de confianza que generan a los ciudadanos de entre 10 tipos de autoridades y representantes de instancias de seguridad y justicia en México.
Para los ciudadanos sólo hay un representante de la autoridad más corrupta que los jueces: los policías de tránsito. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2024, el Inegi estimó que la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional, en ese orden, son considerados por los ciudadanos como los menos corruptos.
Tan sólo, a escala nacional, en 2023, los costos de incurrir en corrupción se estimaron en 11 mil 910.6 millones de pesos, según el Inegi.
Entre la población de 18 años y más se identificó a la policía de tránsito, con 72 por ciento, como la autoridad más corrupta. Y entre marzo y abril de este año, 64.6 por ciento de la población adulta, prácticamente dos de cada tres, consideró a jueces como corruptos.
Las mujeres tienen una percepción de corrupción mayor que los hombres en el caso de los jueces, con 66.4 por ciento frente a 62.9 por ciento, en ese orden.
Los jueces, con 60.5 por ciento, se colocaron en el séptimo lugar, después de la Marina (89.3 por ciento); el Ejército (86.7 por ciento), la Guardia Nacional (80.6 por ciento) y la FGR (65.1 por ciento), como la autoridad a la que la población le tiene mucha o algo de confianza.
Los hombres, en general, dijeron confiar más (con respecto a las mujeres) en la Marina, el Ejército, la Guardia Nacional y en la Fiscalía General de la República. No obstante, las mujeres confían más en los jueces en 61.2 por ciento, frente a 59.8 por ciento de confianza entre los hombres.
Crece victimización
El Inegi estimó que la prevalencia delictiva en el país, es decir, el número de personas que reportaron haber sido víctimas de un delito, creció de 2012 a 2017; y desde 2017 en adelante se ha reportado una disminución que se ha ralentizado. No obstante, en 2023 se reportaron 23 mil 323 personas víctimas por cada 100 mil habitantes, cambio significativo respecto de 2022, de 22 mil 587 por cada 100 mil personas.