El presidente López Obrador recordó ayer uno de tantos oscuros capítulos del gobierno del paladín de la justicia y la democracia
, el tal Ernesto Zedillo, quien entregó la Procuraduría General de la República al Partido Acción Nacional
, concretamente, a Antonio Lozano Gracia, siempre de la mano del impresentable Diego Fernández de Cevallos, uno de los dirigentes más famosos del conservadurismo; entonces ahí arreglaban todo. Y lo mismo pasó con el Poder Judicial
, pues a éste lo utilizaban como moneda de cambio para hacer la alianza de los potentados
y gobernar para las minorías
.
Esa alianza
fue por demás útil para cometer todo tipo de tropelías, saqueos y robo en despoblado, siempre a costillas de la nación, pues los impartidores de justicia
simplemente volteaban hacia otro lado mientras el despojo se consumaba. En tiempos de Ernesto Zedillo, un caso concreto fue el del Fobaproa y la posterior legalización
mediante magia pura que transformó deuda privada en deuda pública, ante lo cual ministros, magistrados y jueces no dijeron ni pío.
No sólo ellos, desde luego, pero a estas alturas, entre el cinismo de los beneficiados por Zedillo vía Fobaproa, el permanente ocultamiento de la información y la falta de memoria de los pagadores de la voluminosa deuda heredada (léase los mexicanos) por el ahora prócer de la democracia
, la historia real y completa del ilegal rescate
bancario se mantiene no sólo como una vergonzosa asignatura pendiente, sino como muestra inobjetable de las atrocidades, esas sí, cometidas por el régimen neoliberal y de la descarada connivencia de los cuatro poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Fáctico).
Desde el inicio del rescate
bancario, a comienzos de 1995, los hampones disfrazados de funcionarios y banqueros, con Zedillo a la cabeza, apostaron al olvido, a enterrar
el salvamento
y que nadie recordara lo que nunca podrá ser olvidado, porque, entre otras desgracias, a los mexicanos les ha costado más de un billón 300 mil millones de pesos y aún adeudan un monto similar, mientras los beneficiados grotescamente no han dejado de acumular ganancias de ensueño.
Ahora que Zedillo salió del sarcófago para defender lo indefendible, al corrupto Poder Judicial, todos los beneficiarios de su política depredadora y antinacional han salido a defenderlo (tal vez para protegerse ellos mismos, como Felipe Calderón y sus panuchos, quienes aprobaron la legalización
de la deuda resultante del rescate
bancario y gozaron de sus mieles, ante el silencio oprobioso de ministros, magistrados y jueces).
Por ello siempre hay que tener la memoria activa, y como cápsula vale recordar que en junio de 2000 Pablo Gómez, entonces coordinador de la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados y hoy titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, presentó un listado con 747 nombres de empresas y particulares beneficiarios del Fobaproa, en el que también aparecían “un senador priísta, nueve gobiernos estatales, dos municipales, dos diarios de circulación nacional ( El Universal y Excélsior), Televisa, Televisión Azteca y otras empresas de Ricardo Salinas Pliego, además de las familias Labastida y Fox” ( La Jornada).
Gómez acusó al entonces secretario zedillista de Hacienda, José Ángel Gurría, y a Vicente Corta, vocal ejecutivo del IPAB (el heredero del Fobaproa), de incurrir probablemente en encubrimiento o complicidad al no dar parte al Ministerio Público de las irregularidades detectadas en los créditos reportables que le fueron entregados por el auditor Michael Mackey
, por lo que hasta ese momento se desconoce prácticamente todo lo relacionado con ese trabajo, mientras el gobierno, que conoce todo, no ha hecho absolutamente nada
( idem).
No obstante, en aquella ocasión, Pablo Gómez hizo públicos los nombres de algunos beneficiarios del Fobaproa-Zedillo: General Motors, Videovisa (de Televisa), Salinas y Rocha y Elektra (Salinas Pliego), la aerolínea Taesa, Hoteles Aristos, Dina, Gutsa (de la familia Gutiérrez Cortina), Cementos Cruz Azul, Club de Golf Lomas, IUSA (Carlos Peralta), Mex-Lub, Protexa, Estrella Blanca, Home Mart, Pelletier, varias carreteras y hasta el parque recreativo Reino Aventura (hoy Six Flags). Hay más, desde luego, pero en casi tres décadas nadie se ha atrevido a abrir la caja de la información.
Las rebanadas del pastel
Genaro García Luna recibirá sentencia de cadena perpetua. Debieron transcurrir casi cinco años (fue arrestado el 9 de diciembre de 2019) para llegar a ello, lo que ocurrirá el próximo 9 de octubre en Nueva York.
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