Ubicada en el estado federal de Baja Sajonia, al noroeste de Alemania, Celle es una joya escondida que encanta a quienes la visitan por su rica historia, pero especialmente por la típica arquitectura alemana.
A menudo opacada por las grandes urbes teutonas como Berlín o Hamburgo, Celle ofrece una experiencia única para quienes buscan un destino típico alemán que recuerda los relatos de los famosos hermanos Grimm, autores de Hansel y Gretel, Blancanieves y La bella durmiente, entre otros.
Es una ciudad pequeña de 70 mil habitantes, pero con un peso histórico de más de mil años. Corrió con suerte, pues tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial el centro histórico quedó prácticamente intacto.
La principal atracción es su casco antiguo, famoso por su impresionante conjunto de casas de entramado de madera, conocido como Fachwerkhäuser. Este estilo arquitectónico data de la Edad Media y le confiere un aire romántico y nostálgico. Las coloridas fachadas y los detalles intrincados de la madera crean una atmósfera que parece sacada de un cuento de hadas.
Fachwerk es la denominación en lengua alemana de este estilo. Fachque significa compartimiento o espacio, se refiere a las formas geométricas de los entramados de vigas de madera; el término werk se refiere al trabajo o labor alrededor de ellas.
Los entramados son verticales y horizontales con variadas formas que dan estructura a la construcción; después se rellenan con diferentes materiales como arcilla y hoy en día cemento.
Se tiene noticia que las primeras construcciones datan del siglo XIII y en aquel entonces quienes hacían estas casas no usaban metal para unir las vigas, pues tenían técnicas para acoplar los diferentes puntos. A lo largo de los siglos esto ha traído la ventaja de que los inmuebles no tienen problemas de corrosión.
Las vigas han cedido al paso del tiempo, algunas se ven curvas, pero sorprendentemente muchas se conservan. En algunas ocasiones son objeto de expresiones artísticas con algunos dibujos florales. En muchas casas está inscrito el año de edificación y alguna frase que los dueños decidieron colocar.
En Alemania existe una institución oficial encargada de vigilar y preservar este tipo de inmuebles por su valor histórico. Actualmente es posible construir una casa con este estilo basado en la antigua técnica, aunque con materiales aislantes más modernos y una mejor conservación. Construirla al estilo Fachwerk suele ser algo más costoso que el moderno.
Por si fuera poco, Celle también cuenta con un bello castillo del siglo XIII que fue residencia de los duques de Brunswick y Luneburgo, sede de numerosos eventos culturales y tiene un museo. Para coronar el romanticismo que se respira aquí, el río Aller, que atraviesa la ciudad, ofrece paseos en bote y se puede relajar en su ribera. La combinación de paisajes naturales y la arquitectura histórica crea una experiencia encantadora para los visitantes.