Ciudad de México. A poco más de 11 años de que el papa Francisco lo declarara venerable, hoy el sacerdote poblano Moisés Lira Serafín fue proclamado beato en la Basílica de Guadalupe.
La ceremonia la encabezó el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano.
El presunto milagro que lo hizo beato ocurrió en 2004. Con su intercesión un feto en el vientre materno habría dando de forma inexplicable de una enfermedad incurable denominada hidropesia fetal no inmune.
El presbítero, que nació en Zacatlán, Puebla, el 16 de septiembre de 1893 y falleció en 1950 en la Ciudad de México, comenzó su carrera religiosa como novicio de la congregación de los Misioneros del Espíritu Santo.
Tras ser declarado beato, podría iniciar el proceso de canonización, ello de comprobarse otro milagro.