Madrid. La Fiscalía de Palermo pidió este sábado seis años de prisión para el vicepresidente del Gobierno italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, acusado de secuestro y abuso de poder por negar el desembarco en agosto de 2019 de 147 migrantes rescatados frente a las costas de la isla de Lampedusa por el barco 'Open Arms'.
Según los fiscales, Salvini habría actuado en 2019 no por una estrategia acordada con el Gobierno de Giuseppe Conte --del que era ministro del Interior--, como afirma su defensa, sino por el interés de aumentar su consenso electoral basándose en la lucha contra la inmigración ilegal.
Así, concluyeron que no había peligro de terrorismo a bordo del barco y, por lo tanto, no había necesidad de proteger la soberanía del Estado.
Además, para la Fiscalía, "la idea de anteponer la protección de las fronteras nacionales a los Derechos Humanos no es aceptable". "Hay un principio clave que no es discutible: en nuestro sistema, afortunadamente democrático, los Derechos Humanos prevalecen sobre la protección de la soberanía del Estado", indicó el fiscal adjunto Geri Ferrara.
En unas declaraciones recogidas por la agencia italiana de noticias ANSA, este defendió que "la persona en el mar debe ser rescatada" independientemente de su condición: "su clasificación es irrelevante: migrante, miembro de una tripulación o pasajero". "Según el Derecho Internacional de la Convención SAR, hay que salvar incluso a un traficante de seres humanos o a un terrorista, entonces si es el caso la Justicia sigue su curso", explicó.