Alemania., El canciller alemán, Olaf Scholz, defendió la ampliación de los controles fronterizos terrestres de su país prevista para los próximos seis meses a partir de este lunes.

"La migración irregular no es lo que queremos", dijo el socialdemócrata durante una ronda de preguntas con vecinos de Prenzlau, en la región de Brandeburgo, a días de las elecciones en ese estado federado. Scholz consideró que "no es bueno" cuando llegan a Alemania 300 mil personas, como en 2023, de las cuales solo algunas tienen derecho a protección.

El canciller entonces planteó fijarse en detalle quién tiene derecho a entrar al país. "Por desgracia, no podemos confiar completamente en que todos nuestros vecinos hagan las cosas como deben", expresó para luego comentar que los controles fronterizos que prolonga su gobierno se llevarán a cabo de acuerdo con la legislación europea.

Horas antes, la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, dijo en declaraciones al diario "Augsburger Allgemeine" que las medidas que toma el gobierno en sus fronteras "están surtiendo efecto" y añadió que reforzarán estas políticas "aun más para hacer retroceder la inmigración irregular". La titular del Interior consideró que medidas "más duras" son necesarias a nivel nacional "hasta que surta efecto la reforma" a la política de asilo en la Unión Europea.

"Más de 30 mil personas han sido rechazadas en las fronteras alemanas como consecuencia de los controles fronterizos adicionales que se aplican desde octubre de 2023", dijo Faeser. En su opinión, esto contribuyó a que el número de solicitantes de asilo hayan caído en más de una quinta parte en comparación con el año previo.

Faeser decidió que haya controles en todas las fronteras terrestres de Alemania a partir del lunes. Ya existen controles de este tipo en las fronteras con Francia, Austria, Polonia, la República Checa y Suiza.

Normalmente, este tipo de controles no están previstos dentro de los 29 países europeos que integran lo que se conoce como el espacio Schengen, donde no existen inspecciones en las fronteras interiores.

Para la ministra, el paso para reforzar sus fronteras fue la aprobación en abril en la Unión Europea (UE) de un nuevo paquete de reformas en materia de migración y asilo. "Esto proporcionará por fin una protección integral de las fronteras exteriores de la UE y distribuirá de forma más justa la responsabilidad sobre los refugiados en Europa", dijo. "En el futuro, las personas ya no podrán continuar su viaje sin estar registradas". De aprobarse en cada país de la UE el paquete de reformas en migración y asilo, en el futuro las personas que lleguen de países considerados seguros deberán poder ser trasladadas a centros de acogida estrictamente controlados y en condiciones similares a la detención tras cruzar la frontera. Allí se evaluaría normalmente en un plazo de doce semanas si el solicitante tiene posibilidades de que se le conceda asilo. En caso negativo, sería devuelto inmediatamente.

Actualmente existe una fuerte disputa sobre la política migratoria de Alemania. La oposición conservadora CDU/CSU insiste en medidas aun más estrictas que las previstas por el gobierno y declaró que las conversaciones con la coalición de socialdemócratas, liberales y verdes sobre el tema han fracasado el último martes.

El investigador especializado en migración Gerald Knaus por su parte expresó que descree que la extensión de los controles fronterizos en Alemania se traduzca en un significativo descenso de las solicitudes de asilo. "Quien espera que los controles fronterizos lleven a una caída de la migración irregular genera expectativas que no se concretarán", dijo Knaus, uno de los impulsores del actual acuerdo sobre refugiados de la UE con Turquía, a la radio "Deutschlandfunk".

Knaus explicó que muchos países de la UE tienen controles fronterizos desde hace mucho tiempo, como Francia y Austria. "No han reducido en absoluto el número de solicitudes de asilo", argumentó. El investigador austriaco agregó que los controles fronterizos tampoco sirven para prevenir el terrorismo islamista, ya que muchos de sus autores se radicalizaron en Alemania.