en los enfrentamientos los ponen al frente como carne de cañón, además de que amenazan a las familias, bloquean caminos, controlan la circulación, saquean las casas, desplazan comunidades, disparan armas de alto calibre y detonan bombas con drones, advirtió este viernes la organización Las Abejas de Acteal durante su participación en la multitudinaria Peregrinación por la Paz, que exige un alto a la escalada de violencia.
Un comunicado igualmente alarmante difundió el Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas, que denuncia que en las regiones bajo el control del crimen organizado la canalización de emergencias obstétricas implica grandes riesgos para la seguridad y la vida. Las mujeres a punto de parir, alertó el comité, no han podido ser referidas a un hospital o han tenido qué regresar a sus hogares porque se les impide el libre tránsito. Y se han documentado casos en los que familiares de parteras han sido desaparecidos.
Esta misma semana organizaciones de derechos humanos denunciaron la crítica situación en el municipio Frontera Comalapa y el incremento de los enfrentamientos entre grupos que se disputan el territorio de la sierra y la frontera de Chiapas, en las inmediaciones de la cabecera municipal de Chicomuselo. No existe autoridad alguna que detenga la violencia que se torna cada vez más crítica
, lamentaron las organizaciones.
Ante la emergencia, la movilización. Este viernes salieron a las calles decenas de miles de indígenas y campesinos convocados por las diócesis de San Cristóbal de las Casas, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, para exigir el desarme de los grupos armados, retorno seguro para los miles de desplazados por la violencia y garantías de seguridad para toda la población. Ya no hay para dónde hacerse.