Con la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación que se debate en el Senado “no se va a destruir nada; al contrario”, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De esta forma respondió a la postura de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, quien afirmó que “la demolición del Poder Judicial no es la vía” que se debe seguir.
En su conferencia matutina, el mandatario aseguró que la ministra está en su derecho de expresarse, como todos los que se oponen, pero insistió en que “es evidente, de dominio público, la mayoría de la gente lo sabe, que impera la corrupción en el Poder Judicial y que urge limpiarlo en beneficio de todos, hasta de los empresarios, banqueros, de los extranjeros que tienen inversiones en México”.
Citó a Francisco Zarco, integrante del Congreso Constituyente de 1856: “se debía destruir con una mano y construir con la otra (…) Si algo está podrido, si algo está decadente, ¿con quién se puede lograr la transformación, la reforma, la purificación de la vida pública?, con la participación de la gente”.
Momentos antes, el Presidente subrayó que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo han sido limpiados en este sexenio, mientras el Judicial sigue igual. Al preguntarle si se necesita una demolición ahí más que una limpia, respondió: “Igual que en los otros poderes. Ella usó la palabra ‘demolición’, pero no se va a destruir nada, al contrario”.
Señaló que la propia presidenta de la Corte reconoció que entre 45 y 50 por ciento de los trabajadores son familiares. “Pues es el poder de la familia, o sea, es el DIF, el nepotismo a todo lo que da. Imagínense un poder donde la mitad de los que trabajan son familiares”.
Durante la mañanera de ayer, refutó en diversas ocasiones las críticas contra la reforma por parte de opositores. “No le vayan a creer a Aguilar Camín, a Krauze de que va a haber una dictadura, pues para que haya una dictadura se necesita un dictador, o sólo que estén pensando en la dictadura del proletariado. Si hablan de dictadura, a ver, ¿dónde está el dictador?”, y reiteró: “Yo ya me voy, yo ya desaparezco, me jubilo, no vuelvo a participar en nada, mucho menos en política”.
Adelantó que hoy presentará un informe sobre el nepotismo en ese sector, en el que se expone que “hijos, papás, parejas, sobrinos, tíos, cuñados y hasta suegras de al menos 500 jueces y magistrados ocupan plazas en tribunales y juzgados de su adscripción o de otros”, de acuerdo con un estudio realizado en 31 estados. La información, explicó, fue entregada al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y a la SCJN.
El 19 de agosto, La Jornada publicó que dentro del padrón electrónico de relaciones familiares, base del Plan Integral de Combate al Nepotismo en el CJF, se detectó que en los tribunales y juzgados federales existían 6 mil 755 “redes familiares” en 2022, que iban desde dos hasta 79 parientes con cargos dentro de la Judicatura.
Aunque evitó adentrarse a la discusión que se realiza en el Senado, criticó que el empresario Claudio X. González “siga siendo el coordinador del bloque conservador… ¡Cómo va a ser que un empresario del influyentismo de la época de Salinas de Gortari sea el jefe de todos, el que ordene lo que tienen que hacer los dirigentes de los partidos del bloque conservador! Nunca se había visto eso. Él es el que pasa lista”.
También se refirió a la senadora panista María de Jesús Díaz, quien se manifestó por linchar a quienes no voten en contra de la reforma. “Fíjense eso, les salió lo autoritario”, apuntó el mandatario.