Los estudiantes mexicanos de universidades públicas que en veranos recientes han sido aceptados para realizar prácticas laborales en las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos somos igual de capaces que los chicos que vienen de las instituciones más prestigiadas de ese país, lo cual nos da grandes oportunidades para aprender acerca de lo más innovador en varias áreas y luego traernos todo ese conocimiento para hacer algo en nuestro país que pueda cambiar la vida de muchas personas
, dijo Miguel Ángel Garza Carranza, quien a sus 21 años cursa el séptimo semestre de ingeniería en sistemas computacionales en el Instituto Tecnológico de La Laguna (ITL), en Torreón, Coahuila.
En entrevista con La Jornada, el joven narra con orgullo la experiencia que significó para él ser aceptado en 2023 en Meta, la compañía fundada por Mark Zuckerberg, creador de Facebook. El excelente trabajo que realizó Garza durante aquella internship (como se conoce en inglés a esas pasantías) hizo que lo invitaran para volver este verano, donde también tuvo un desempeño destacado.
“Soy el primero de mi universidad (que es pública) en participar en una internship porque antes de mí no se sabía en el ITL de estas oportunidades. Por eso es muy importante difundir que existen las opciones, pero sobre todo que se sepa que sí podemos lograr que nos acepten, para que más compañeros vayan.
El año pasado fuimos tres mexicanos convocados por Meta para trabajar en su sede de Menlo Park, California; ahora éramos cinco en las oficinas de Nueva York. Sin embargo, en lugares como Microsoft hay una mayor cantidad de estudiantes de nuestro país.
Incidencia global
Las compañías de Zuckerberg y Bill Gates forman parte del influyente grupo conocido como las big tech o titan tech, especialmente porque dominan el mercado en áreas como Internet, desarrollo de software, hardware y servicios digitales. Ahí también se incluye a Google, Amazon y Apple, cuyos productos inciden en la economía global, la sociedad y la cultura, y muy a menudo están en el centro de debates en torno a temas como la privacidad de datos, monopolios, además de regulación y ética, principalmente porque ahora todas ellas están enfocadas en la inteligencia artificial.
Los estudiantes mexicanos que en años recientes han sido aceptados para realizar prácticas laborales en esas compañías son en su mayoría ingenieros desarrolladores de software o especialistas en ciencia de datos, un campo interdisciplinario que combina la estadística, las matemáticas, la informática y la visualización de datos para analizar y extraer conocimientos valiosos de grandes conjuntos de información. Esto último se usa en las big tech, principalmente para desarrollar mejores sistemas de seguridad cibernética.
El coahuilense detalla que su camino académico y profesional comenzó cuando se decidió a participar en olimpiadas de matemáticas, iba en tercero de secundaria. Ganó una medalla de oro estatal, pero cuando comencé la preparatoria se canceló todo debido a la pandemia de covid. Como teníamos mucho tiempo libre, porque las clases eran en línea, me ponía a curiosear en Internet y un día me topé con la programación competitiva y me dio curiosidad porque se veía padre, son problemas de matemáticas aplicados a una profesión. Antes de eso había hecho poca programación, pero no con los lenguajes que más se usan, como C++ o Java, y dije ¡de aquí soy!
Luego de varios meses de practica con algoritmos, escritura de códigos informáticos, pero sobre todo entrenamiento del pensamiento crítico y analítico, Miguel Garza decidió fundar en su universidad un club de programación competitiva para compartir lo aprendido. Al principio eran sólo cinco integrantes, ahora suman más de 50.
El joven insiste en que “estamos en la mejor época en toda la historia, donde hay muchísimas empresas tecnológicas que abren sus internships a estudiantes de todo el mundo, hay que aprovecharlo. Con perseverancia y mucho enfoque se puede conseguir lo que no imaginas.
“Aunque sí hay que decir que muchos compañeros de universidades de prestigio de Estados Unidos tienen mucho conocimiento de temas de programación o computacionales porque ya lo traen desde la prepa e incluso desde la secundaria. A nosotros eso no se nos enseña en nivel básico y a veces ni en bachillerato, lo cual no significa que ellos sean más capaces, sólo que han tenido un historial más amplio. Si en México tuviéramos la misma preparación previa podríamos lograr más”, concluye el futuro ingeniero.