Tepetitlán, Hgo., Un fuerte y asfixiante olor similar al del hierro oxidado , cadmio y otros químicos provenientes de uno de los canales usados para distribuir agua residual de la presa Endhó a los campos de cultivo del distrito de riego 003, entre ellos Ixmiquilpan, Francisco I Madero, Actopan, San Salvador y otros municipios del Valle del Mezquital, se esparce durante las 24 horas del día en las viviendas que se encuentran cercanas en el poblado de General Pedro María Anaya del municipio del Tepetitlán.
El penetrante aroma es perceptible desde una distancia de 50 metros antes de llegar al puente vehicular que se ubica sobre el cauce.
Tal como lo verificó La Jornada tras algunos minutos de estar en las cercanías del canal, la polución que se desprende de los químicos causa mareo y picor en las fosas nasales así como irritación en los ojos.
El canal por el que corre impetuosa la contaminada agua blanquecina y espumosa se encuentra conectado a una de las compuertas de la presa Endhó y fue construido a principios de los años 70 enmedio de la zona dónde se encuentran las viviendas de la comunidad.
En una de las casas que se encuentran a la orilla del canal vive con su familia Yuri Uribe, activista del Movimiento Social de la Tierra (MST) quien junto con los otros mil 500 habitantes de la localidad sufre a diario los estragos de toda la contaminación que se empezó a generar a partir de 1973, cuando el gobierno federal de aquel entonces, encabezado por el presidente Luís Echeverría Álvarez, decidió arrojar a la presa Endhó el agua residual proveniente de las empresas industriales así como de los drenajes que hay en el vecino Estado de México y en la capital del país para que fuera distribuida a los campos de cultivo de más de 15 municipios del Valle del Mezquital.
En el puente vehicular que se encuentra sobre el canal aún queda parte del enrejado perimetral que servía para evitar la caída accidental de personas y animales.
El metal del alambre del enrejado se encuentra totalmente oxidado, cubierto en algunas partes con una platina o sustancia negra y aceitosa.
De acuerdo a la activista, las emanaciones son las responsables de que el enrejado y otros objetos metálicos que hay en las viviendas se hubieran oxidado y ennegrecido.
"La monedas que guardamos en nuestras casas se oxidan y se ponen negras al igual que otras cosas hechas de metal" , dijo la activista.
"Sí eso hace con las monedas, nada más hay que imaginar que hace con nuestros organismos " , aseveró.
Dijo que tanto en General Pedro María Anaya y otras localidades aledañas a la presa Endhó se han generado muchos casos de cáncer en la garganta, estomago al igual que enfisema pulmonar entre otras enfermedades que han cansado la muerte de muchas personas.
Atribuyó que el cáncer se generó por la exposición a las sustancias químicas arrojadas por fabricas del Estado de México a los canales de aguas negras que desembocan en el Túnel Emisor Central que "alimenta" de agua residual a la presa Endhó.
Señaló que diversos estudios que se han realizado en los últimos 30 años, se ha logrado probar que en esas aguas hay presencia de plomo, arsénico, zinc, cadmio y otras sustancias peligrosas.
Subrayó que esa misma agua es la que llega a través de la extensa red de canaletas a más de 20 municipios del Valle del Mezquital y que es usada para la siembra de maíz, frijol y otros productos.
Ante esto, dijo que es urgente que el gobierno federal emita un decreto de restauración ecológica para la región Tula -Tepeji, considerada como la más contaminada del mundo y la cual según Uribe ha sido "sacrificada" para evitar el colapso de la Ciudad de México y de los municipios mexiquenses conurbados al ser utilizada para arrojar los desechos que se generan en esos lugares.