París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró el jueves como nuevo primer ministro a Michel Barnier, al exnegociador de la Unión Europea para el Brexit, en un intento de poner fin a la parálisis política después de unas elecciones anticipadas que no arrojaron un resultado concluyente.
El discreto político conservador se enfrentará rápidamente a un bautismo de fuego, ya que se le acaba el tiempo para preparar el presupuesto de Francia para 2025, que podría desencadenar una moción de censura si los partidos del Parlamento, amargamente divididos, no están satisfechos.
La alianza de izquierdas que ganó las elecciones de junio acusó a Macron de ignorar el resultado al elegir a un conservador. Convocó manifestaciones contra la elección de Barnier, pero no tiene suficientes escaños para bloquear la elección por sí sola.
El ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), el mayor partido del Parlamento, indicó que no bloquearía a Barnier por ahora, pero que podría hacerlo más adelante si no se cumplían una serie de exigencias.
A sus 73 años, Barnier es el primer ministro de más edad en la historia política moderna de Francia, y toma el relevo de Gabriel Attal, que era el más joven.
"La elección ha sido robada", dijo el líder de la extrema izquierda, Jean-Luc Melenchon. Otra diputada de la izquierda dura, Mathilde Panot, lo calificó de "golpe democrático inaceptable".
El líder de RN, Jordan Bardella, dijo que el partido reconocía la elección de Macron y que juzgaría el "discurso de política general de Barnier, sus decisiones presupuestarias y sus acciones por su propio mérito"
"Abogaremos por que las grandes urgencias de los franceses -el costo de la vida, la seguridad y la inmigración- sean por fin abordadas, y nos reservamos todos los medios políticos de acción si no es así en las próximas semanas".
Barnier es un europeísta convencido y un político de carrera moderado, pero endureció considerablemente su discurso durante su fallida candidatura en 2021 para conseguir la nominación de su partido conservador a las elecciones presidenciales, diciendo que la inmigración estaba fuera de control, algo con lo que el RN está de acuerdo.
La apuesta de Macron de convocar elecciones parlamentarias anticipadas en junio resultó contraproducente, ya que su coalición centrista perdió decenas de escaños y ningún partido obtuvo la mayoría absoluta.
La alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular acabó primera, pero Macron descartó pedirles que formaran gobierno después de que otros partidos dijeron que lo rechazarían de inmediato. En su lugar, esperó semanas para hacer su elección.
Incluso si la parálisis política continua, a pesar del nombramiento de un nuevo Gobierno, Macron no puede convocar nuevas elecciones anticipadas hasta julio.