La Casa Blanca se reunió el jueves con representantes de firmas como Amazon.com, Google de Alphabet, Microsoft o Cloudflare con el objetivo de persuadir a los gigantes tecnológicos estadunidenses para que ofrezcan más ancho de banda digital para las herramientas de evasión de censura en internet financiadas por el gobierno.
Estas herramientas se utilizan cada vez más en Rusia, Irán, Myanmar y otros países autoritarios que censuran fuertemente internet.
La presidenta de la organización, Laura Cunningham, explicó a Reuters que el objetivo era ayudar a las empresas tecnológicas a ofrecer un ancho de banda de servidor con descuento o fuertemente subvencionado para satisfacer la creciente demanda de aplicaciones de redes privadas virtuales (VPN) financiadas por el Fondo de Tecnología Abierta, respaldado por Estados Unidos.
“En los últimos años, hemos asistido a una explosión de la demanda de VPN, impulsada en gran medida por los usuarios de Rusia e Irán”, declaró Cunningham. “Durante una década, dimos soporte rutinario a unos nueve millones de usuarios de VPN cada mes, y ahora esa cifra se ha más que cuadruplicado”.
Las VPN ayudan a los usuarios a ocultar su identidad y cambiar su ubicación en línea, a menudo para eludir las restricciones geográficas sobre contenidos o evadir la tecnología de censura gubernamental, enrutando el tráfico de internet a través de servidores externos fuera del control de ese gobierno.
La OTF respalda específicamente las VPN diseñadas para funcionar en Estados que restringen el acceso a internet. Tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, Estados Unidos inyectó más fondos a las VPN respaldadas por la OTF, según informó entonces Reuters en exclusiva.