Ciudad de México. La mayoría de las casi 2 mil mujeres privadas de la libertad en los centros de reclusión de la Ciudad de México presentan un rezago educativo y laboral, lo que complica su proceso de reinserción social, señaló la diputada local, Olivia Garza.
“Tres de cada cinco mujeres cuentan únicamente con educación básica, 7 de cada 10 tienen hijos y también 7 de cada 10 eran el sustento principal de su familia; y más de la mitad tenía un trabajo artesanal, laboraba en una fábrica o eran comerciantes”, detalló.
La legisladora destacó que se tiene más de una cuarta parte de las mujeres en reclusión de todo el país, que representa el 6 por ciento del total de la población penitenciaria, siendo la segunda entidad con más mujeres en prisión.
Sin embargo, carecen de herramientas laborales y educativas que garanticen que al salir mejoren sus condiciones de vida, al no tenerse programas eficientes de educación y de capacitación laboral, por lo que solicitó a la Subsecretaría de Sistema Penitenciario dé a conocer los programas de trabajo y de educación para mujeres privadas de la libertad.
Así como el presupuesto que destina el Gobierno capitalino para su tratamiento de reinserción, dijo al adelantar que ya prepara un paquete de iniciativas y puntos de acuerdo encaminadas a fortalecer su proceso de reinserción y condiciones en las que llevan su reclusión.