San Juan del Río, Qro. A causa de una fuga de hidrocarburo por una toma clandestina conectada por presuntos huachicoleros o ladrones de combustible a una perforación a un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), habitantes de un aproximado de 40 viviendas fueron evacuadas la madrugada de este miércoles en el municipio de San Juan del Río.

De acuerdo con Protección Civil del municipio, las viviendas se ubican en el fraccionamiento San Gil, de San Juan del Río, en cuyas cercanías se produjo la fuga en un oleoducto de Pemex.

La emanación de la gasolina se podía ver desde el tramo del kilómetro 172 de la autopista federal México-Querétaro, en dirección a la capital de la entidad, a un costado de la unidad habitacional San Gil.

La fuga de hidrocarburos fue reportada vía telefónica por vecinos, los cuales aproximadamente entre las 3 y 4 de la madrugada comenzaron a percibir un fuerte olor a gasolina que provenía de la parte exterior del fraccionamiento.

El olor era tan intenso que llamó la atención de los vecinos, quienes lo reportaron a los números de emergencia de Protección Civil.

Personal de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex), que es un grupo de custodios de esa empresa del gobierno mexicano, encargados de recorrer en vehículos por donde pasan los oleoductos subterráneos para evitar que sean perforados, junto con elementos de Protección Civil y bomberos voluntarios de San Juan del Río acudieron al lugar para tratar de controlar la fuga y sobre todo evacuar a los pobladores ante el riesgo de una explosión o intoxicación provocada por el combustible en su estado gaseoso.

También se sumaron a las tareas para controlar la emanación el grupo de bomberos de Pemex. Al igual que los vecinos del fraccionamiento, también fueron evacuados los trabajadores que laboran en invernaderos cercanos -cuya jornada laboral inicia a las primeras horas de la mañana- ante el riesgo de que sufrieran alguna intoxicación por inhalación de los gases producidos por la fuga de combustible.

Durante las tareas que realizaban tanto bomberos voluntarios como los de Pemex y los elementos de Protección Civil junto con los de seguridad de la empresa paraestatal para controlar la fuga y reparar el óleoducto, soldados del Ejército Mexicano acordonaron y se apostaron en las inmediaciones de la zona para evitar el ingreso de personas desconocidas o un posible ataque de huachicoleros.

Hasta las 11 de la mañana del miércoles la fuga seguía sin ser controlada.

El paraje donde se encuentra el oleoducto subterráneo que fue perforado por presuntos delincuentes dedicados a la extracción y venta ilegal de combustible es el mismo sitio donde hace nueve meses nueve personas originarias de municipio de Huichapan, Hidalgo (que colinda con San Juan del Río, Querétaro), fueron hallados ejecutadas a balazos y con huellas de tortura.