Berlín. La automotriz alemana Volkswagen señaló el martes que la industria de vehículos enfrenta “vientos contrarios”, un día después de que dijera que no puede descartar el cierre de plantas en Alemania, y que debe abandonar un compromiso de protección de empleos vigente desde 1994 que habría prohibido los despidos hasta 2029.
Como factores que empujan su decisión la compañía citó el ingreso de nuevos competidores a los mercados europeos (como autos eléctricos chinos baratos), el deterioro de Alemania como un sitio de manufactura y la necesidad de “actuar decisivamente”.
Thomas Schaefer, director general de la división de Vehículos de Pasajeros de Volkswagen, dijo que las medidas para reducir costos estaban “dando resultados”, pero que los “vientos contrarios se han vuelto significativamente más intensos”.
La discusión respecto a los cierres y despidos es para Volkswagen, la marca principal de la compañía. Esa marca vio sus ganancias de operación disminuir de mil 640 millones de euros en el mismo periodo del año pasado a 966 millones de euros (mil 100 millones de dólares) en el actual.
Al respecto, la economista Veronika Grimm, integrante del comité que asesora al gobierno alemán y es conocido como los “Cinco Sabios”, alertó sobre los rescates públicos en empresas que se encuentran en peligro.
“El Estado debería mantenerse al margen”, dijo la experta al diario Rheinische Post, en relación con la crisis que atraviesa la automotriz Volkswagen.
“Es muy posible que haya cierres de plantas. La industria del automóvil está sufriendo un cambio estructural”, explicó Grimm, miembro del oficialmente denominado Consejo Alemán de Expertos Económicos.
La asesora reconoció que el Estado tiene que cumplir un papel en lo que se refiera a apoyar dicho cambio estructural. “Pero no creo que salvar de forma directa a la industria automotriz sea el camino correcto”, opinó.
Mientras que los dirigentes sindicales de la marca declararon que librarán una batalla sin cuartel contra los planes.
Daniela Cavallo, que dirige el comité de empresa de Volkswagen, calificó los planes de “ataque al empleo, a los puestos de trabajo y a los convenios colectivos”, en un número especial del periódico del comité de empresa al que tuvo acceso Dpa.
Proceso por el escándalo de “dieselgate”
El proceso penal contra el expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn por su responsabilidad en el escándalo “dieselgate” comenzó el martes, nueve años después de que la revelación hundiera al fabricante de automóviles en una grave crisis.
El exejecutivo del primer fabricante europeo de vehículos mantuvo un perfil bajo al llegar al tribunal de Brunswick, en el norte de Alemania, donde se limitó a declarar a los periodistas que estaba “bastante bien”, y que su amor por “los autos bonitos” había guiado su carrera en Volkswagen.
El grupo alemán admitió en 2015 que había instalado un software para manipular los niveles de emisiones en millones de vehículos en el mundo, desencadenando uno de los mayores escándalos industriales en la historia reciente del país.
Winterkorn se enfrenta a varios cargos, entre ellos el de fraude por el uso de dispositivos de desactivación, que hacían que los coches parecieran menos contaminantes en las pruebas de laboratorio de lo que eran en la carretera. En caso de condena, puede ser encarcelado hasta diez años.