Oaxaca, Oax. Con gritos para reclamar justicia y aplausos fue despedido este lunes el joven Diego Ignacio Paz de 22 años, quien perdiera la vida la madrugada del pasado sábado tras recibir disparos de arma de fuego por elementos de la Policía Municipal de Santa Lucía del Camino.

“No queremos venganza, queremos justicia”, apuntó Amado Paz, tío abuelo de Diego quien tomó la palabra durante la misa de cuerpo presente que se efectuó en la funeraria Núñez Banuet de la colonia Reforma de la capital del estado.

Puntualizó que es necesario que las autoridades realicen las labores necesarias para que él o los responsables de este homicidio paguen, pero esto ante la ley, reiteró que lo que se busca es justicia y no venganza, pero además, se debe revisar la situación del joven detenido, quien iba en compañía de Diego la madrugada del sábado.

Asimismo, los amigos del joven estudiante de la carrera de Comunicación en la Universidad Anáhuac de Oaxaca, tomaron la palabra durante la misa donde recordaron a Diego y dedicaron sentidas palabras.

Por su parte, el gobernador, Salomón Jara informó que tras una revisión la Fiscalía General del Estado encontró que el policía municipal que disparó en contra del estudiante universitario no tiene cuenta con la certificación para hacer uso de armas de fuego.

Dio a conocer que los municipios de la zona metropolitana realizan operativos de alcoholímetro, y que tienen denuncias por abusos de autoridad, entre ellos Santa Lucía del Camino, estos ayuntamientos dijo, han pervertido el sentido de estos operativos que es salvaguardar vidas y lo han convertido en recaudatorios.

Apuntó que será la Policía Vial Estatal la que tome el control de estos operativos y que ningún ayuntamiento podrá realizar más este tipo de acciones.

“Diego era nuestro hijo único, una esperanza que ustedes mataron”, señalaron los padres del joven Diego Ignacio Paz, quien falleció el pasado 31 de agosto luego de ser herido por disparos realizados por un elemento de la Policía Municipal de Santa Lucía del Camino, cuando según informes pretendió evadir un operativo de alcoholímetro.

A través de una carta pública, los padres del joven de 22 años y estudiante de la Universidad Anáhuac de Oaxaca, señalaron “Era un estudiante de comunicación, un joven que soñaba con transformar la realidad a través de los medios, con ser una voz honesta en un mundo que cada día la necesita más. Los periódicos y canales de televisión que él pudo dirigir algún día jamás conocerán su talento, su pasión, su ética. Cuando decidieron cercenar su futuro, no solo mataron a Diego, mataron también su sueño de cambiar el mundo, de ser un agente de luz y verdad”.

Añadieron que la sociedad no puede continuar aguantando un sistema como el que actualmente se tiene, “que permite que los servidores públicos se conviertan en sus verdugos. Cuando matan a un niño, a un joven lleno de vida y sueños, una parte de la humanidad muere también. Cada vez que una vida inocente se apaga por la violencia, el mundo se vuelve un lugar más oscuro, más frío, más injusto”.

Este medio día, se realizó la misa de cuerpo presente en la funeraria Núñez Banuet de la colonia Reforma, donde fue despedido con gritos que reclamaron justicia, pero también con aplausos para recordarlo.