Ciudad de México. A la Diabla significa ganar arañando el borde del precipicio. Ganar cuando parece que todo está perdido, dar un último manotazo que devuelve a la vida. Así, a la Diabla, ganaron los escarlatas del México que perdían la serie por 3-0, la empataron con una remontada épica y este domingo, en el estadio Alfredo Harp Helú, vencieron 3 a 2 a los Guerreros de Oaxaca para volver a una final de la Liga Mexicana de Beisbol después de una década de intentos fallidos.
Fue a la Diabla hasta el último momento. Empezaron abajo en la pizarra, en la cuarta entrada, los Guerreros anotaron un par de carreras que pusieron en vilo a los escarlatas. Después de que el día anterior, el sábado, habían estado abajo 9-1 y lograron remontar para vencer 11-10, parecía que remar contra la corriente no sería tan complicado con una diferencia de un par de timbres.
Todo cambió en la séptima entrada con Ramón Flores cuando conectó un cuadrangular de dos carreras y permitió empatar el juego y devolver la ilusión a los seguidores de los rojos.
Pero esto sería a la Diabla o no sería. En el noveno rollo, Ramón Flores, el mismo que bateó el jonrón para empatar, se lesionó al correr a tercera. Fue remplazado por Jesús Fabela, una pieza clave para la victoria.
Sólo un out y Patrick Mazeika llega a la caja de bateo. Conecta un elevado que se va al fondo del jardín derecho, el guardabosques consigue dejarlo fuera, pero tiene que mandar la pelota con potencia rumbo al home. Fabela pisa y corre, se enfila al triunfo, pisar la almohadilla representa volver a jugar una final de la LMB, la última fue cuando consiguieron el campeonato. Se lanza de frente con las manos estiradas como si quisiera alcanzar algo vital, y lo era. Anota y el receptor de Guerreros ni siquiera hace un intento ante lo inevitable.
Diablos Rojos gana el campeonato de la Zona Sur y ahora jugará por el título ante Sultanes de Monterrey en una serie que dará inicio el martes.