Ciudad de México. En el recuento de imágenes de la final del año pasado, hay una que produce en Cruz Azul una agobiante sensación de desconsuelo. “Nos robaron”, “fue una vergüenza”, “es un capítulo triste”. Las reacciones a la jugada que derivó en el campeonato del América, el pasado 26 de mayo en el estadio Azteca, reavivan al instante la rivalidad y los señalamientos que existen sobre el árbitro Marco Antonio Ortiz, a quien culpan los aficionados celestes de favorecer a las Águilas con un supuesto penalti. Con ese dolor y esa rabia, La Máquina ganó ayer 4-1 otra vibrante edición del clásico joven.
Después de meses de marcar la fecha en el calendario, los celestes tuvieron al fin la noche que tanto buscaban. El ambiente en el Ciudad de los Deportes alcanzó su clímax y recibió su premio. Hubo imágenes de personas aglomeradas en estaciones del metro, toda una plaga expansiva que coreó canciones, elevó plegarias y avanzó lenta por las calles hasta la hora del partido. Los odios, las cábalas y los viejos rencores adquirieron así el peso de las grandes fiestas.
Foto Afp
El gol del uruguayo Brian Rodríguez, en un tiro de esquina. hizo notar que la suerte conspira a veces entre ambos equipos. Con sólo la apuesta de jugar al contragolpe, Rodríguez remató a segundo poste un desvío de Henry Martín y el árbitro César Ramos, con ayuda del VAR, validó el 1-0 a favor de los americanistas (17).
Cruz Azul encajó el golpe como una afrenta, se hizo cargo de sus errores, especialmente en el medio campo, y consiguió en un lapso de cinco minutos una remontada heroica. El griego Giorgos Giakoumakis emparejó las cosas con un remate de cabeza (43) mientras Ángel Sepúlveda, de derecha y al ángulo, convirtió el 2-1 antes de irse al descanso (45+3).
La salida por lesión del chileno Diego Valdés, armador de las Águilas, dio un giro al segundo tiempo. Entonces, la Máquina fue eso: un tren, una aplanadora con los tantos de Alexis Gutiérrez (79) y Lorenzo Faravelli (90), que consumaron un baile con sabor a goleada.
“Este es un regalo para la afición”: Anselmi
En rueda de prensa posterior al encuentro, Martín Anselmi, técnico de Cruz Azul señaló que “es difícil de imaginar un resultado abultado en cualquier tipo de clásicos. Iniciamos un poco desordenados, hasta que ajustamos la presión. Nos crecimos, logramos dar vuelta al resultado y la personalidad del equipo nos sacó adelante. Es un regalo para la afición de Cruz Azul. Se lo merecía y se lo debíamos”.
Por su parte, André Jardine, estratega de las Águilas reconoció que “los cambios no nos salieron. Perdimos orden y, ante un rival de esta jerarquía, puedes sufrir derrotas como esta. A la afición hay que pedirle disculpas. Es un resultado que nos da vergüenza, pero el torneo está en el inicio. Hay que asumir este mal momento. Sólo manteniéndonos fuertes podremos salir y que esto pase”.