Kiev, Ucrania. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky destituyó el viernes al comandante de la Fuerza Aérea del país, cuatro días después que un avión de combate F-16 enviado a Ucrania por sus socios occidentales se estrellara durante un bombardeo ruso. El piloto murió.
La orden de destituir al teniente general Mykola Oleshchuk fue publicada en el sitio web presidencial.
“Necesitamos proteger a la población. Proteger al personal. Cuidar de todos nuestros soldados”, dijo Zelenskyy en un discurso pronunciado minutos después que se publicara la orden. Agregó que Ucrania necesita fortalecer los niveles de mando de su ejército.
El teniente general Anatolii Kryvonozhko fue nombrado comandante interino de la Fuerza Aérea, indicó el Estado Mayor del ejército.
La destitución se produjo el mismo día que Oleshchuk hizo mordaces críticas contra una legisladora que es subdirectora de la Comisión de Defensa del Parlamento ucraniano, por afirmar que el F-16 fue derribado por un sistema de defensa aérea Patriot. Ucrania ha recibido un número no especificado de sistemas fabricados en Estados Unidos.
Mariana Bezuhla citó fuentes no identificadas en su afirmación y exigió castigo para los responsables del error.
Oleshchuk acusó a Bezuhla de difamar a la Fuerza Aérea y desacreditar a los fabricantes de armas estadounidenses, y dijo que esperaba que ella enfrentara consecuencias legales por sus declaraciones.
“La verdad vencerá”, publicó Bezuhla en X, poco después que se publicara la orden de destitución.
La Fuerza Aérea no negó directamente que el F-16 hubiera sido alcanzado por un misil Patriot.
Expertos estadounidenses se han unido a la investigación ucraniana del incidente, indicó la Fuerza Aérea.
Por otra parte, un ataque ruso en la ciudad de Járkiv, en el noreste del país, en el que se usaron poderosas bombas planeadoras lanzadas desde aviones, provocó la muerte de seis personas, entre ellas una niña de 14 años en un área de juegos, e hirió a 47 más, informó el gobernador de la región, Oleh Syniehubov.
Las bombas impactaron en cinco puntos distintos de la ciudad, que antes de la guerra tenía 1,4 millones de habitantes, dijo el gobernador.
Una de las bombas alcanzó un edificio de apartamentos de 12 niveles, provocando un incendio y atrapando al menos una persona en uno de los niveles superiores. Equipos de emergencia que buscaban sobrevivientes temían que el edificio se viniera abajo.
Zelenskyy señaló los ataques en Járkiv como una prueba más de que sus socios occidentales deberían retirar las decisiones sobre lo que el ejército ucraniano puede atacar con las armas donadas.
El ataque en Járkiv “no habría ocurrido si nuestras fuerzas de defensa tuvieran la capacidad de destruir a la aviación militar rusa en sus bases. Necesitamos decisiones fuertes de nuestros socios para acabar con este terror”, dijo Zelenskyy.
Los F-16 son una de las armas que podrían usarse para atacar bases rusas más allá del frente de batalla.
Oleshchuk dijo en Telegram que ya se realizaba “un análisis detallado” sobre la razón por la que el F-16 se desplomó el lunes, cuando Rusia lanzó una andanada de misiles y drones contra Ucrania.
“Debemos comprender cuidadosamente lo que ocurrió, cuáles son las circunstancias y de quién es la responsabilidad”, escribió Oleshchuk en una publicación hecha poco después de su destitución.
La caída fue la primera pérdida reportada de un F-16 en Ucrania, donde esos aviones llegaron a finales del mes pasado. Se calcula que al menos seis de ellos fueron enviados por países europeos.