Brasilia. Órganos públicos brasileños rescataron en los últimos 30 días a 593 personas que trabajaban en condiciones análogas a la esclavitud, entre las cuales estaba una mujer de 94 años y 16 menores, informó este jueves el gobierno.
"Durante julio y agosto de 2024, la Operación Rescate IV retiró a 593 trabajadores de condiciones de trabajo esclavo contemporáneo. El número es un 11.65 por ciento mayor que el de rescatados en la operación realizada en 2023", señaló en nota el Ministerio de Trabajo.
La anciana de 94 años laborada como doméstica desde hace 64 años en una vivienda en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Otros salvamentos ocurrieron en fincas dedicadas a cultivos de cebolla, café, ajo y a la horticultura.
Los que fueron redimidos en zonas urbanas sudaban en la construcción civil, en clínicas para dependientes químicos y restaurantes.
En una carbonería en Mato Grosso do Sul resultaron rescatados 13 inmigrantes paraguayos y en un rancho de Rio Grande do Sul se liberó a cuatro argentinos, forzados a trabajar en el corte de eucalipto.
Desde 1995, cuando se crearon los grupos especiales de fiscalización móvil, hasta 2022, más de 60 mil personas fueron apartadas del trabajo análogo a la esclavitud.
Someter a alguien a cualquier despreciable faena es considerado crimen en Brasil.
El castigo es de dos a ocho años de reclusión y multa, con agravantes previstos en el artículo 149 del Código Penal.
De acuerdo con expertos, el trabajo esclavo causa daños irreparables a los que son víctimas de esa transgresión, pues cumplen jornadas exhaustivas que implican generalmente mucho esfuerzo físico y la ausencia de descansos periódicos.
Muchas de las víctimas sufren y su vida transcurre en alojamientos con condiciones precarias, incluso insalubres, las cuales conducen al desarrollo de traumas físicos, lesiones y enfermedades graves al organismo.
Se suma a esto la pérdida de la libertad individual y la sumisión a situaciones despreciables que acarrean la total alienación del trabajador de la vida exterior, de su familia e incluso de su propia identidad, causando serios problemas de salud mental.
Las cadenas de la esclavitud no solo atan las manos de miles de personas en el gigante sudamericano, también sus eslabones retuercen la percepción de viles empleadores que avasallan actualmente a seres humanos marcados por la experiencia de vivir con miedo.