El Banco de México (BdeM) revisó ayer a la baja su pronóstico de crecimiento económico del país para 2024, de 2.4 por ciento a 1.5 por ciento, debido a que anticipa un menor dinamismo de la inversión por la incertidumbre que persiste, tanto por factores internos como externos, así como por la atonía que se observa en la industria manufacturera.
A lo largo del horizonte estamos manteniendo la expectativa de que el crecimiento esté apoyado por el gasto interno y por la inversión. En cuanto a la demanda externa, estamos previendo una baja contribución al crecimiento mexicano de 2024. Para 2025 esperamos un mejor desempeño de la industria manufacturera de Estados Unidos. Pero esta expectativa está sujeta a un alto grado de incertidumbre
, advirtió Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México.
Durante la presentación del Informe Trimestral abril-junio de 2024, la autoridad monetaria explicó que la economía nacional atraviesa por un periodo de marcada debilidad
, por lo que, por tercer trimestre consecutivo, bajó su perspectiva de crecimiento para la economía mexicana.
Tras las elecciones presidenciales en México, el banco central dio a conocer además sus expectativas para el próximo año, en las que también proyectó un magro
crecimiento para el primer año completo del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo: sólo 1.2 por ciento en lugar del 1.5 por ciento previo.
Esta caída del crecimiento respecto a 2024 se sustenta en la previsión de un menor gasto público.
La Secretaría de Hacienda estimó en abril un crecimiento de 3 por ciento para el presente año y de 2.5 para 2025 (casi el doble de las nuevas proyecciones de la autoridad monetaria). Los analistas prevén un crecimiento de 1.75 por ciento en 2024 y de 1. 2 por ciento en 2025, según la encuesta de Citibanamex.
En conferencia, Victoria Rodríguez explicó que la actividad económica de México tuvo crecimientos bajos en el primer y segundo trimestres de 2024.
“La atonía que se ha observado en el sector de las manufacturas la podemos relacionar con un desempeño desfavorable de la industria de Estados Unidos; otro elemento que contribuye a la revisión es que la construcción se ha desacelerado de manera importante, ante un menor impulso de las obras de infraestructura pública. También hemos observado una pérdida de dinamismo en los servicios en los últimos meses, en parte por la debilidad del sector industrial.
En lo que va del año, hemos notado que el consumo privado se ha debilitado, y en cuanto a la inversión, entre febrero y mayo mostró cierta mejoría; sin embargo, su ritmo de crecimiento ha sido significativamente menor al del último trimestre de 2022 y el tercero de 2023. Así, la contribución de la inversión será más baja que lo anticipado, en un entorno de incertidumbre tanto por factores internos como por externos. Es en este contexto que hacemos esta revisión a lo que teníamos previsto para 2024
, describió la banquera central.
Cede la inflación
Por su parte, Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, destacó que hay riesgos en el camino para controlar la inflación, pero espera que la no subyacente ayude a alcanzar la meta del índice general. Lo más probable es que sí vamos a ver una trayectoria a la baja en la parte no subyacente, que será crucial para llegar a cerca de 4 por ciento para finales de este año
. Sólo Heath ve que la inflación de los servicios será un obstáculo.
Promesas de autonomía
Sobre las implicaciones del llamado plan C del presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca eliminar algunos organismos autónomos, y la aprobación de la reforma al Poder Judicial, los miembros de la junta de gobierno del BdeM consideraron que la autonomía del banco central no peligra.
No vemos una propuesta sobre la mesa en este sentido. Destacaría que tanto el presidente López Obrador como la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, han mencionado explícitamente su intención de no modificar la autonomía del Banco de México
, aseguró la subgobernadora Irene Espinosa.
Mantener la autonomía del banco central, otorgada hace tres décadas, es esencial para evitar periodos de alta inflación y volatilidad que afecten el crecimiento económico y el poder adquisitivo de la población, dijo Ceja.