Pekín. China seguirá eliminando progresivamente los combustibles fósiles y reformando su sistema eléctrico, dijo el jueves el organismo regulador de la energía, que publicó un libro blanco en el que destaca los logros de la lista, aunque escasean los nuevos planes para la transición energética del país.
El director de la Administración Nacional de Energía, Zhang Jianhua, afirmó que China seguirá reformando su sistema eléctrico, ampliando el mercado al contado, promoviendo el comercio de electricidad verde y sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables. También pidió reformas orientadas al mercado.
Inversión en energías limpias
En una rueda de prensa celebrada en el Consejo de Estado, Zhang dijo que China invirtió 676 mil millones de dólares en su transición energética el año pasado, citando una cifra de la organización de investigación BloombergNEF, que calculaba que la inversión china en transición energética representaba el 38 por ciento del total mundial.
La segunda economía más grande del mundo se ha erigido en líder mundial de la transición hacia las energías renovables, aunque su sistema energético sigue dependiendo en gran medida del carbón.
A la pregunta de si las emisiones de carbono de China podrían alcanzar su punto máximo antes de su objetivo para 2030, como muchos expertos afirman que va camino de hacer, el subdirector del departamento de planificación de la agencia, Song Wen, dijo: “El objetivo dual de carbono no se cambiará y los principales objetivos a los que nos hemos comprometido no se tocarán”.
Avances y retos
China se había propuesto instalar mil 200 gigavatios de energía eólica y solar para 2030, pero el aumento de las instalaciones renovables le ayudó a cumplir ese objetivo en julio, seis años antes de lo previsto.
A la pregunta de si China podría fijar un objetivo aún más ambicioso en materia de energías renovables para 2030, el director del departamento de nuevas energías, Li Changjun, se limitó a decir que China propondría nuevos objetivos y medidas en función de sus condiciones nacionales.
Según los analistas, China se está quedando rezagada en otros objetivos, como el de reducir su intensidad de carbono —emisiones de CO2 por unidad de producción económica— en 18 por ciento en los cinco años hasta 2030.
Según un análisis de la organización sin ánimo de lucro Carbon Brief, tendría que recortar las emisiones absolutas en 7 por ciento anual este año y en 2025 para cumplirlo.
El libro blanco recoge una serie de medidas anunciadas previamente, desde el avance de la tecnología de almacenamiento de energía hasta el fomento del ahorro energético.
En un capítulo dedicado a la promoción de una “comunidad global de futuro compartido”, se afirma que China está impulsando la cooperación en materia de energía verde en el marco de su enorme programa de infraestructuras de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En él se destacaba la central hidroeléctrica pakistaní de Karot, parte del Corredor Económico China-Pakistán, que se ha visto amenazada en los últimos días por ataques de milicianos separatistas.