Al Faraa. Israel lanzó una operación militar a gran escala en la Cisjordania reocupada que duró toda la noche y se alargó hasta este miércoles, donde sus fuerzas mataron a por lo menos 10 combatientes palestinos y aislaron la volátil ciudad de Yenín.
Israel llevó a cabo redadas casi a diario en Cisjordania desde el ataque del 7 de octubre de Hamas sobre el sur de Israel, que desató la guerra que se libra en la franja de Gaza. Israel afirma que está eliminando a los insurgentes para evitar ataques sobre sus ciudadanos, mientras que los palestinos de Cisjordania temen que la campaña busque ampliar la guerra y forzar su desplazamiento.
“Numerosas fuerzas" israelíes entraron en Yenín, que es desde hace años un feudo insurgente, además de en Tulkarem y en el campo de refugiados de Al-Faraa, que se estableció en la guerra de 1948, todos en el norte de Cisjordania, explicó un vocero del ejército, el teniente coronel Nadav Shoshani.
Los nueve fallecidos eran insurgentes, indicó el portavoz, que explicó que tres fallecieron en un ataque aéreo en Tulkarem y otros cuatro en un operativo similar en Al-Faraa. Otros cinco presuntos insurgentes fueron arrestados, agregó al tiempo que apuntó que las redadas eran la primera fase de una operación más amplia para evitar ataques contra israelíes.
Hamas anunció que 10 de sus combatientes habían muerto en Cisjordania el miércoles. Grupos insurgentes palestinos dijeron que estaban intercambiando disparos con el ejército israelí.
El gobernador de Yenín, Kamal Abu al-Rub, contó a la radio palestina que las fuerzas israelíes habían rodeado la ciudad, bloqueando los puntos de entrada y salida y el acceso a los hospitales, y destrozando infraestructura en el campo.
De acuerdo con el Ministerio de Salud palestino en Cisjordania, las fuerzas israelíes bloquearon las carreteras de acceso a un hospital con barreras de tierra y rodearon otros centros médicos en Yenín. Shoshani dijo que el ejército estaba tratando de impedir que los insurgentes se refugiasen en los hospitales.